Pasando lengua a mi crush del trabajo

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Me llamo México, soy supervisor en una empresa que da servicio al cliente, tengo 27 años. La mayoría de gente en mi trabajo sabe que soy gay, aunque sea masculino y pase como “hetero”. Soy blanco,de lengua traviesa, 1:80, cabello liso, ojos cafés y no estoy gordo ni delgado, diría que soy un man normal, pero que tengo lo mío. Aun así, no puedo ocultar cuando se me va el ojo por estar mirando alguno que otro en la empresa. Y este es el caso de Argentina. Argentina de 25 años, recién llegado a la empresa, es juicioso, tierno, pero al mismo tiempo (O bueno, en la forma en que yo le veo) es muy varonil, machito, blanco, tiene una sonrisa que me encanta y vaya que en sus pantalones se le ve un paquete de otro mundo, es acuerpado pues va al gimnasio, sus bíceps dan testimonio claro, no es tan alto, pero en mi opinión esta demasiado bueno. Ya algunas compañeras y compañeros saben que me muero por él, y fue por esto por lo que se presentaría la oportunidad más excitante y placentera que he tenido:
Resulta que yo cumplí años y pues puedo decir, sin ser modesto, que en la empresa mucha gente me quiere. Recibí muchos abrazos y regalos, fue un día muy especial. La cosa es que tenia ganas de armar una pequeña fiesta  en el salón social de mi conjunto con amigos y  amigas, así que decidí decirle a todo el mundo que fuera.
Ya cuando mi día laboral se estaba cumpliendo, veo que se acerca Argentina y me dice:
“Hey México, ¡¡feliz cumpleaños!! Espero la haya pasado muy bien y que la rumba de esta noche sea aún mejor” – lo dice mientras me da un abrazo que yo aprovecho y aprieto más-
Oh gracias, no sabía que te habías enterado de la rumba, estas totalmente invitado”
“Mmm Gracias, pero es que vivo muy lejos y el taxi de vuelta a casa cuesta muchísimo”
En ese momento, mi gran mente maestra comenzó a idear la noche perfecta y Argentina me había dado la mejor excusa para tenerlo cerca y para mí solo y esto fue lo que le propuse:
“Ah pues eso no es problema, te puedes quedar en mi apto, mis roommates no dicen nada”
“¿En serio? ¡No, qué pena!”
“Eh tranquilo que no es problema, lo único malo es que tendrías que dormir conmigo, en mi cama”- Esa se la bote así no más, para ver como reaccionaba-
Se rio y me miro. “No pasa nada, lo que digo es que me da pena abusar de su confianza”
“Usted puede abusar lo que quiera”- Le dije riéndome como para que pareciera broma. Los dos nos reímos y el quedo en pensarlo…

La noche llegó y yo había comprado camisa nueva para la ocasión, quería verme bien, por si Argentina venia (Me hice lavado por si acaso, tenia muchas esperanzas y ganas de él) La rumba estuvo muy buena, ya era tipo 12M y pues ya estaba mas que claro que Argentina no aparecería, o eso creía. Cuando le vi entrar a lo lejos, como buscando la gente, a mi y a mis amigos, conocidos de la empresa. Venia con una camisa blanca que resaltaba su sonrisa y le quedaba pegada a sus pectorales y bíceps gigantes, un pantalón color kaki, que se le veía exquisito. Si él quería me podía golpear y yo contento, aunque lo único que si quería era ver lo que tenía entre esos pantalones
Bueno todo trascurrió bien, trate de no emborracharme tanto. En muchas ocasiones miraba a Arge y el también mantenía la mirada mientras bailaba con amigas, y nos sonreíamos el uno al otro (a este punto yo ya estaba enamorado) Tenia muchas ansias que la noche terminara y saber si Arge tomaría mi oferta de quedarse en mi casa, ya que vive muy lejos, a las afueras de la ciudad.
Poco a poco todos los invitados se fueron y yo solo estaba con mis roommates quienes obviamente sabían de mi plan y se fueron primero al apto para no incomodar y que Santiago no tuviera excusa. Aparte, se encargaron de darle mucho trago al punto de que se le veía ebrio.
En un momento sentí celos pues vi que Argentina estaba muy pegado a una de las chicas del trabajo que vino, pero después vi que ella se fue cuando cogió un Uber.
Cuando Sali, vi a Argentina y de una le pregunté si iba a aceptar mi oferta.
“Es que me da pena, yo creo que puedo esperar unas dos horas y cuando salga bus, irme a mi casa”
“Hey como se te ocurre” – le dije – “Para eso estamos los amigos”
Está bien, voy contigo, pero solo porque se que eres de confianza y el mejor supervisor de la empresa”
Su comentario me pareció muy lindo, pero rápidamente mi mente cambio a morbo. Saber que severo espécimen de hombre iba a dormir conmigo, en mi misma cama, era todo un sueño.
Caminamos despacio hasta el apartamento, nos reíamos recordando los bailes que algunos compañeros hicieron. Yo solo lo miraba de reojo, en serio que me sentía excitado tan solo estando cerca de él. Es raro tener un amor platónico tan fuerte.
Cuando íbamos llegando al apartamento, me sentí un poco mareado y “prendido” y el me ayudo a caminar un poco. Sentirme protegido por ese hombre, fue lo mejor, en serio me sentía como una nenita. Abrí la puerta del apartamento, todo estaba apagado, mis roommates en sus cuartos para no incomodarme.
Note que estaba haciendo un poco de calor, y el también lo menciono, entonces le propuse echarse un duchazo
“Bueno, pero es que no traje nada para cambiarme, seria dormir en boxérs, ¿Le incomoda?” – mas que incomodarme, me encanta! (pensé para mi)
“No para nada, pero si quieres te presto una pantaloneta, y pues te la pones sin boxers, para que duermas mas libre, aunque normalmente yo duermo es desnudo”
“Si yo también, pero me da pena con usted, ya sabe, uno a veces no controla la verga, que tal se me pare” – dijo esto mientras se reía, como bromeando-
“Pues no pasa nada, somos hombres” (sé que pude haber dicho algo más morbo, pero me dio mucha pena, yo estaba temblando de los nervios y la excitación)

Continuará...

Continuará

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