Unos días mas tarde baje por el ascensor como todas las tardes, minutos después de las 19.30hs, si cuando no me quedo conectada claro, Esperaba encontrarme con México hacia 3 días que no la veía, al bajar ahí estaba.
– Solita nena
– Por ahora si
– Como por ahora ?
– Esperas a alguien
– No espero ya la encontré
– Aparte tengo algo que según me dijiste iba a ser tuyo
– Tu jefa ya se fue
– Si antes que yo
– Me invitas a subir y te explico tengo miedo que te enojes
– Enojarme por que ?
– Me invitas te explico o subimos a mi auto
– No vamos a la ofi esta bien Estaba desorientada no sabia que me diría o que me explicaría, el ascensor no llego a cerrarse y después de un beso algo efusivo subimos al estudio, llegamos y entramos, la oficina completamente a oscuras, la tome del brazo y la traje hacia mi.
– Que me queres explicar que esto es solo una aventura
– Eso solo no hay algo mas
– No me importa el algo mas estoy caliente con vos y estoy dispuesta a todo
– Estas segura lo que decís
– Si completamente segura are todo lo que me pidas
– Si te arrepentís ásemelo saber te voy a comprender Prendí una pequeña lámpara de pie una luz muy tenue apaciguo la oscuridad del lugar, me beso el cuello mientras acariciaba mis pechos e iba desprendiéndome una camisa color salmón que llevaba puesta, en apenas minutos mis senos estaban al descubierto y siendo presa de ella, mordisqueaba mis pezones, los estiraba con sus labios, los lamía, me estaba enloqueciendo, mientras desprendía y bajaba el cierre de mi pollera tome esas pequeñeces esas pequeñas gemelas para comerlas como lo estaba haciendo ella, le levante la remera y por primera vez vi esos redonditos pechos con unos pezones me mostraban lo excitada que estaba, no me dejo que continuara me dijo que hasta que ella no me dijera, que me tenia que aguantar, que no la tocara, me pareció un juego excitante y acepte, de echo no era la primera vez que alguien me pedía eso, cayo mi pollera y una tanguita negra y mis zapatos fueron mi única vestimenta me llevo hasta el sillón levanto mis piernas y me dejo completamente desnuda, se arrodillo frente a mi, se quito la remera y con sus tetas al aire le di mi conchita para que me deleitara con sus labios.
– Mmm que rico es toda tuya
– Si te dije que seria mía
– Y yo te asegure que así seria
– Pero esto recién empieza mi amor
– Me vas a coger toda la noche?
– El tiempo que vos quieras.
Me empujo contra el respaldo, siguió saboreando el néctar de mi vagina y enloqueciéndome, no se con cuantas chicas habrá estado pero era seguro que sabia muy bien como enloquecerlas y lo estaba haciendo conmigo mis jugos empaparon su boca y se deslizaron por mi pierna, mis gemidos lo hubiese escuchado cualquiera, si en ese piso estaba alguien pero por suerte para mi ya no quedaba nadie, una vez mas, la oficina era testigo de otra de mis aventuras.
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