Narrador México/ Argentina y México son mujeres
Era un viernes, como premio por nuestra visita ruinas arqueológicas pasamos a un balneario en una excursión escolar. La mayoría del grupo nos dirigimos a la zona juvenil instalándonos a orillas de la alberca de olas cerca de los toboganes y otras atracciones. Tras un rato de diversión, fui a vestidores a buscar mi bronceador, pero de regreso equivoqué tomando por otra vereda y aunque podía volver, preferí explorar el parque acuático pues no lo conocía.
Era muy extenso con amplios jardines, áreas infantiles, familiares, restaurantes así como otros toboganes y atracciones que sólo funcionan en fin de semana, muy interesante para todos gustos y edades. Un poco escondida entre la arboleda, estaba una alberca solitaria con algunas parejas y media docena de chicos guapos lanzándose en clavados desde un trampolín. Dios, ¿Qué hacía yo en los toboganes si el paraíso de las chicas estaba aquí?. La respuesta me golpeó, uno de ellos que salió de la alberca corrió a los brazos y besos con otro. Esto no era el paraíso para las chicas sino el universo paralelo de los chicos gay… la alberca de los secretos.
Con decepción me retiraba de regreso a la zona juvenil cuando una chica desnuda pasó frente a mi hacia los camastros de esta alberca. El exhibicionismo era entonces la mayor de mis fantasías eróticas y me excitaba nudismo en un lugar público y prohibido. Era una sensación muy rara, morbo, excitación o admiración lo que me atrajo y me hizo seguirla caminando unos metros atrás. Entonces observé que en realidad ella casi no estaba totalmente desnuda, a espaldas un sólo cordón naranja salía de entre sus nalgas hasta el cuello dejando ver por completo su hermoso cuerpo con torneadas piernas, cadera no voluptuosa pero si con unas nalgas redonditas muy proporcionadas a su muy breve cintura y a su espalda con su cabello recogido en una coleta.
Se detuvo y acomodó su toalla en un camastro, por lo que yo me senté en otro como a seis de ella para verla. Subió un pie al camastro y comenzó a ponerse bronceador permitiéndome verla de perfil a detalle. El tirante de atrás se veía tenso como cuerda de guitarra y no había ni una cinta que uniera este tirante con el frente, nada, de costado completamente desnuda, desde sus piernas su trasero y espalda se delineaba una silueta muy sensual y por el frente su vientre plano apenas despegado del bañador y una sutil desnudez de la curva baja de sus bubis. Ella era delgada, estilizada, no era 90-60-90 pero con excelentes proporciones para su estatura como de 1.60 m.Entonces volteó y pude verle de frente, unos tirantes delgados bajaban en “V” desde los hombros ensanchado y tapando sus pezones pero dejando desbordar sus bubis, que si bien eran tamaño B o C, se veían espectaculares; volvían los tirantes a ser delgados y continuaban bajando como si fuera un escote muy largo desde el cuello hasta el pubis que la tela apenas lo cubría, pero lo que era muy impresionante era esa desnudez total desde los hombros hasta los pies por ambos costados de su cuerpo. Ella caminó de frente con un andar candente luciendo su breve vestimenta y pasaría frente a mi camastro, por lo que me preparaba a admirar a detalle su amplia desnudez cuando pasara enfrente pero…
- México, ¿Me ayudas a ponerme bronceador en la espalda?- me quedé en shock uno segundos, ella sabía mi nombre… -Perdón, me pareces conocida, pero…- ella interrumpió -Soy Argentina…Argentina, Argentina la… la rara…- me quedé asombrada, ella siempre ha sido la compañera más gris del grupo, callada, introvertida, lentes de aumento, vestuario neutro, poco o nada de maquillaje, cabello suelto poco cuidado, su estilo es como si quisiera pasar inadvertida, y lo logra, de hecho no recordaba haberla visto en el autobús de la excursión, entonces contesté:
-Oh Argentina, perdón por no reconocerte, nunca te había visto sin lentes ni con el cabello recogido…-
-Ni casi desnuda- interrumpió, las dos reímos… -prefiero que me llames Arge-
-Va Arge … Siéntate, te voy a poner el bronceador- le dije.
Se sentó, comencé a untárselo en la espalda, no podía creer, nunca me habían atraído las chicas pero ahora me excitaba tocarla, masajear sus caderas, espalda, hombros, entonces le dije:
-Te confieso algo… te veía desde que ibas llegando a esta alberca y me excitaste mucho-
-¿Te gusto?- ella preguntó mientras yo me sonrojaba y titubé al contestarle…
-No…bueno si… o sea te ves muy atractiva… pero no es que sea lesbiana… eh… tampoco tienen nada malo las lesbis… mira, has de cuenta como cuando alguien se equivoca en algo que da Pena Ajena, así me pasa contigo, te veo semi-desnuda y tú exhibicionismo da Excitación Ajena…- ella se carcajeó y comentó
– No bueno, excitación ajena…- seguimos carcajeando y dijo – oye, si te atreves, para que tengas tu excitación propia, vamos al vestidor, tengo guardados dos modelitos igual de atrevidos para que escojas y dejes mi excitación en paz-
-Ehhhh… upss… no sé si me voy a atrever a salir del closet del exhibicionismo-
-Closet del exhibicionismo, excitación ajena, no bueno, que ocurrencias las tuyas… vamos, anímate-
Riendo no se si de alegría o de nervios le di mi mano a la chica más sexy del balneario y nos fuimos a los vestidores. Iba emocionaba, excitaba y sentía mariposas en el estómago por esta chica.
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Mexarg one-shots
FanfictionMéxico X Argentina Historias cortas o no tan cortas jajaja