Sorprendente Excitación part.4

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Part. 3 : me señalaba el camino de mi lengua a su placer

Mientras recorría el camino con mi lengua quedé con las rodillas en el piso con el culo al aire fuera del colchón de la balinesa pero recargada adentro con mi abdomen, bubis y antebrazos con mi cabeza hundida entre sus piernas, concentrada en sentir con mi lengua el surco abajo de su pubis sutilmente abultado por su clítoris excitado pidiendo ser tocado con cariño. Lo estimulé primero con la punta de la lengua y luego succione con mis labios, después con mi lengua recorrí lo demás de su vulva disfrutando su olor y el sabor suavemente salado y amargo de su jugos lúbricos que me excitó intensamente, el sabor prohibido a mis prejuicios donde jamás hubiera olido y mucho menos saboreado alguno de mis dedos después de tocarme mi vagina, el sabor prohibido para las chicas comunes, el sabor prohibido de dos chicas haciendo el amor, el sabor prohibido y jamas antes saboreado del sexo virgen de mi amada Argentina.
Continué comiendo el sexo de Arge, estimulando su clítoris y vagina mientras disfrutaba su sabor, a su vez, con toque muy sutil de las yemas de mis dedos recorría el dibujo de bronceado desde su pubis por el abdomen masajeando con esmero sus bubis jugando con sus ya erectos pezones. Cuando sentía que Argentina iba alcanzando el climax bajaba la intensidad de mis caricias dejándola descansar unos segundos y volvía a retomar la intensidad de mis caricias, intentando alargar su sufrimiento aumentando cada vez más su placer hasta que explotó en un intenso orgasmo aprisionando con fuerza mi cabeza entre sus muslos mientras arqueaba su espalda y apretaba mis manos con las suyas sobre sus pechos. Por fin terminó, descansó un par de minutos quedando yo con mi cabeza recostada sobre su pubis disfrutando del aroma de su sexo recién complacido.
Ella se incorporó quedando sentada en la orilla de la balinesa y yo de rodillas frente a ella, sonreía con ojos chipeantes. Viéndome a los ojos me dijo…
-Uff… wow… gracias… me hiciste sentir la vida-
Viéndonos a los ojos nos acercamos nuevamente y nos volvimos a besar, suave, tierno, separábamos las bocas para vernos a los ojos como si nos preguntáramos si este momento era real y con la misma mirada nos respondíamos que si. De los besos tiernos surgieron los roces en la mejilla, mordidas en cuello, gemidos al oído… su manos tomaban una de mis bubis que se llevó a la boca para jugar con su pezón erecto, nuevos besos, roses, bubis, tomándome de la cintura hace que me pare mientras sus besos recorren mi abdomen, ombligo, vientre viéndome ocasionalmente a los ojos con una mirada pícara, sonrisa maliciosa, me atrapa con sus manos por la cadera contra su rostro, apoderándose de mi sexo con su lengua y toda la boca hábilmente. Presumiría que aprendió bien de su mi, pero siento más que era su instinto y esa misma reacción afrodisíaca que experimente del sabor prohibido, de la superación de prejuicios, del aceptar el gusto por otra mujer…
Las sensación de los roces estimulantes de su lengua con mi clítoris y vulva se unía con la imagen de su bello rostro a veces pícaro a veces tierno, con su mirada inquisitoria con la que intentaba adivinar lo que estaba sintiendo y lo que estaba pensando, también me excitaba el recordar que es su primera vez que tiene a una mujer en su boca y que yo era esa mujer, recordar la intensidad de su orgasmo reciente, y que yo estaba en mi iniciación a los placeres lésbicos, me llevaron a un intenso orgasmo que hacía temblar mis piernas mientras los escalofríos se extendían por todo mi cuerpo.
Al terminar me relajé, me senté de cuclillas recostando mi cabeza en su regazo. Ella acariciaba mi cabeza peinando mi cabello con entrelazando de su dedos. Después de unos minutos de recibir sus tiernas caricias, me levanté, me senté comentándole…
-Wow… que bien me aprendiste…-
-Aprendo rápido y puedo presumir que hasta superé a la maestra-
-Lo dudo… tendríamos que hacerlo al mismo tiempo para ver quien hace venirse antes a la otra-
-Uy… mmm… wow… que rico… sin duda lo intentamos… oye… tengo sed, voy por unos coolers de la hielera…-
Me recargué en el respaldo de la balinesa a descasar, entonces Argentina regresó entregándome una botella pero tenía una sonrisa pícara como si tramara algo…
-¿Qué?…
-Nada…
-¿Qué?
No me di cuenta de que había agitado la botella y con el gas de la bebida, me asaltó salpicándome por todo mi cuerpo desnudo como si fuera champage, agité mi botella para defenderme salpicándola también, hasta que se nos acabó el liquido. Nuestro desnudo frenesí se convirtió en una lucha cuerpo a cuerpo por el dominio que llevamos de regreso al colchón de la cama balinesa donde me dejé vencer cayendo en el colchón.
Se encimó friccionando sus bubis con las mías, besos en boca, mordidas en cuello, gemidos al oído mientras nuestras piernas se entrelazaban rosando el sexo de la otra. Al sentir su humedad en mi muslo sentí un fuerte impulso que me llevó a dominar a Argentina dejándola con la espalda en el colchón, levanté una de sus piernas a mi hombro y me enlacé a ella rozando su sexo con el mío compartiendo nuestras humedades que ahora se unían en una sola. Me excitaba sentirla mientras observaba sus pechos danzar nuestro ritmo, ver nuestros vientres firmes por la fuerza que poníamos para frotarnos intensamente, también me excitaba su rostro que reflejaba como se acumulaba placer en su cuerpo. Su pierna que tenía en mi hombro se tensó, no sé si era porque alcanzó el orgasmo pero sentirlo me hizo explotar con el mío, fue realmente muy húmedo, el más intenso de mi vida hasta entonces que provoco abandonarme cayendo en el colchón, desentrelazamos nuestras piernas quedando por algunos minutos las dos acostadas boca arriba en un sílencio en el que sólo se oían, el viento, nuestra respiración y el latido de nuestro corazones… Argentina interrumpió…
-Si me preguntan ¿Cómo fue mi primera vez que digo?… ¿al aire libre o bajo techo?-
-Yo digo que al aire libre, se ve el cielo-
-Pero está este techo de vigas…- refiriéndose a la pérgola…
-Si… pero hay más espacio abierto que vigas…además… ¿quien te va a preguntar?-
-Mi tía… llegando le voy a contar todo… con lujo de detalles…-
-No… que pena… no… que va a pensar de mi…-
-Pudiera pensar… en que necesite nos preste la recámara de visitas en su depar cuando necesitemos…-
-Buen punto… puedes contarle-
-Por cierto… ya ves, te gané, le gané a mi maestra-
-No… tu te veniste primero-
-Quizás… pero tu te chorreaste… prueba de que lo hice mejor-
-¿De verdad me chorrié?-
-Si de verdad… mira- Ella se puso de lado y me mostró su vientre muy mojado del que pude ver como escurrió una gota. Lo toqué y olí mis dedos, volví a tocar su vientre recorriendo hasta su sexo, estaba muy húmedo, me acerque y el olor de su cuerpo me excitaba y me llevó a acercar mi olfato a su vientre donde el olor me causó más excitación. Levanté su pierna y metí mi cabeza entre ellas, comencé a oler y saborear nuestras mieles lúbricas en el cuerpo de ella. Fue entonces Argentina también se entrelazó conmigo de la misma manera recostadas de lado en posición de 69 en el que al mismo tiempo comíamos nuestros sexos con el mismo dominio de una en la otra, en un diálogo en el que con roces de la lengua y labios pedíamos la estimulación que necesitábamos y a su vez brindábamos el placer en la otra, unidas en un capullo donde iban y venían los climax y orgasmos dando vueltas entre una a la otra. Después de varias rondas de gritos, gemidos y placer, cansadas pero satisfechas, abandonamos nuestros cuerpos de nuevo recostadas con espaldas sobre el colchón dejando ahora al viento acariciara suavemente nuestro descanso…

 Después de varias rondas de gritos, gemidos y placer, cansadas pero satisfechas, abandonamos nuestros cuerpos de nuevo recostadas con espaldas sobre el colchón dejando ahora al viento acariciara suavemente nuestro descanso…

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Part. 5 próximamente

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