𝖴𝗇 𝖣𝖾𝗌𝗍𝗂𝗇𝗈 𝖣𝗂𝖿𝖾𝗋𝖾𝗇𝗍𝖾

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ X

Capitulo X - Mio

Si estar juntos fue obra del destino, espero que estar juntos el resto de nuestras vidas, también lo sea...

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— ¿Que quieren? —Pregunto un joven alto y delgado con los ojos color ámbar y el cabello marrón oscuro, con un largo flequillo que le cubría el lado izquierdo de la cara—

— ¿Tu eres Utakata? —Hablo la Uzumaki ignorando su pregunta—

Ya habían pasado siete días desde que Pain les había pedido que buscarán al jinchuriki del Saiken y luego de recorrer la Aldea oculta en la Niebla, encontraron a una persona a las afueras de Kirigakure vestido con un largo kimono azul que tenía las franjas más oscuras en los bordes y el dibujo de tres burbujas en la parte superior trasera, dicho kimono estaba sujetado con un cinturón naranja.

Esto llamó la atención de Sasuke y Naruko ya que todos los shinobis de aquel lugar utilizaban un uniforme ninja gris y los aldeanos tampoco contaban con la vestimenta que tenía el castaño.

Lo encontraron sentado en el suelo, durmiendo recostado sobre el tronco de un arbol, pero una vez ambos, ahora, Akatsuki se acercaron a este, despertó y se puso alerta al ver el traje que llevaban.

— Vienen a atraparme para luego matarme y extraerme al Saiken, ¿Cierto? —Utakata, al igual que todos los aldeanos y shinobis, había escuchado los rumores sobre lo que era y estaba haciendo Akatsuki—

— No —Negó Naruko— Akatsuki no captura a los jinchurikis para extraerles el bijuu o para usarlos.

— Sabemos que los Anbu de Kiri a menudo suelen buscarte para llevarte de regreso a la aldea —Destacó el azabache— Pero, si vienes con nosotros, eso no seguirá pasando.

— ¿Cómo se que no me están mintiendo? —Frunció el ceño y cuestionó luego de guardar silencio por unos segundos—

— Yo también soy una jinchuriki, la jinchuriki del Kyubi

— Pero...

— Mira —Se desabrocho el traje de Akatsuki y después levanto su camiseta para dejar al descubierto su abdomen que era donde se encontraba el sello de los Ocho Trigramas— Este es el sello que mantiene al Kyubi en mi interior.

— Suficiente —Frunció el ceño y le bajó la camiseta a la rubia ya que no le gustó nada la mirada que le dirigio Utakata a esta— Tú decides si venir por las buenas o por las malas —Dijo haciéndose la idea de que durante el camino no le iba a sacar los ojos de encima a ninguno de los dos jinchurikis —

— Sasuke, ya sabes que eso no es una opción, no nos conviene empezar una batalla —Aclaro mientras se acomodaba la ropa—

Era obvio que empezar una batalla en dicho lugar no sería nada conveniente ya que eso llamaría la atención de los shinobis de Kiri y estos, probablemente, en cuanto sientan los ruidos de la pelea, se unirán a esta para impedir que se lleven a Utakata.

— Esta bien, iré con ustedes —Mantuvo su semblante estoico a pesar de que el azabache lo miraba con el ceño fruncido—

— Entoces, vámonos —Dio media vuelta y empezó a caminar siendo seguida por Sasuke y el castaño que iba adentro de una burbuja flotando—

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En Konoha habían pasado cinco días desde que fue la ceremonia para nombrar al albino como el nuevo Hogake y este aún recordaba las palabras del Daimyo del País del Fuego como si tratara de asimilarlo.