𝖴𝗇 𝖣𝖾𝗌𝗍𝗂𝗇𝗈 𝖣𝗂𝖿𝖾𝗋𝖾𝗇𝗍𝖾

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ XXVIII

Capítulo XXVIII - Por siempre mía

Es nuestro futuro permanecer juntos...

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— G-Gaara, p-para, por...

— ¡Callate! —La interrumpió y le dio otro golpe en uno de sus glúteos.

Hacia unos minutos atrás había despertado, y en cuanto lo hizo se percató que no estaba en la habitación que llevaba compartiendo con el pelirrojo desde que comenzó su relación; era una más pequeña y sin ventanas.

Eso claramente llamó su atención y no dudo en preguntarle esto al contrario, el cual se hallaba a su lado esperando a que despierte.

Al principio todo estaba tranquilo, pero todo se fue descontrolando al punto en el que terminó sobre el regazo del Kazekage boca abajo y comenzó a recibir golpes en su parte trasera, como castigo según este. Obviamente, trató de escapar antes de que sucediera esto utilizando el Hiraishin, sin embargo se encontró con la sorpresa de que no podía teletransportarse.

Gaara finalmente detuvo sus golpes después de estar así por un par de minutos y dejó con cuidado a Naruko sobre la cama mientras está inevitablemente lloraba.

— No me tengas miedo, Naru —Emitió cuando la rubia se alejaba de él— Piensa que nada de esto hubiera pasado sino me pedías que terminemos —La sujeto del mentón para obligarla a verlo— Sé perfectamente que es por el Uchiha, y la verdad me sorprende que no hayas esperado ni siquiera un día más para irte con él como una cualquiera a pesar de que te haya abandonado a Menma y a ti, y se haya desaparecido por durante años —Habló con desagrado y enojo, sin importarle el hecho de estar llamando -cualquiera- a la persona que amaba— No puedo tolerar que prefieras irte con él después de todo lo que te hizo, y no quedarte conmigo que yo nunca te he hecho nada malo, al contrario, todos los días me he esforzado por ser lo mejor para ti y darte todo, pero en cambio tú, solo me usaste y cuando ya no te servía me desechaste utilizando el pretexto de ser amigos —La rubia no tardó en comenzar a negar con la cabeza de un lado a otro y él siguió— Pero eso nunca pasará. Tú eres mía, somos el uno para el otro, desde pequeños que somos iguales por ser jinchurikis, tenemos una conexión única que jamás podrías tener con él —Sujeto su rostro con ambas manos, colocando cada una de ellas en las mejillas de la Uzumaki— Nuestro pasado nos une y es nuestro futuro permanecer juntos, así como estamos en el presente, por eso quiero que aceptes casarte conmigo, y convertirte en mi esposa, ser formalmente mía —Finalizó uniendo sus labios.

Se negó a corresponderle, pero el ninja de la Arena la obligó a hacerlo colocando una mano detrás de su nuca y la otra sujetando amabas mejillas. Terminó correspondiendo y en ese punto Naruko comenzó a temer que la obligará a hacer algo peor que solamente corresponderle un beso.

— Tenía pensado pedírtelo de otra manera, pero como no pudo ser así, sólo firma —Se alejo de la cama para buscar unos papeles.

— Gaara, l-lo siento, yo no...

— No te pregunte si querías o no —La corto de manera tajante— Sera una fiesta increíble, yo ya planee todo, solo tienes que firmar —Coloco los papeles que busco delante suya junto con un bolígrafo para que dibujarla su firma y la rubia no se movió, se negaba rotundamente a firmar aquello— Sino firmas, no saldrás de aquí hasta que lo hagas —Amenazó mirándola con enojo.