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Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ VI

Capitulo VI - Encuentro

Naruto, ¿Donde estas?...

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— ¿Que te sucede? —Pregunto al ver la cara de pensativa que tenía Naruko desde que hablaron con Pain—

Esta al escuchar que le hablaban salió de sus pensamientos— Nada —Simplificó mirando al azabache y este frunció el ceño—

— Desde que hablamos con Pain estas con esa cara de preocupada —Desvío la mirada del Uchiha demostrándole que tenía razon— ¿Te arrepientes de la decisión que tomamos con respecto a Akatsuki?

— No, pero...

— ¿Pero? —Pregunto al ver que se quedaba callada—

— Nada —Dijo luego de pensar su respuesta— Solo son estupideces mias —Explicó sabiendo que la respuesta no había sido del todo convincente—

Ya habían pasado tres días desde que hablaron con Pain. Ambos ya le dijeron su respuesta con respecto a formar parte de Akatsuki y en estos momentos se encontraban de regreso a la guarida de Orochimaru.

— ¿Que quieren? —Pregunto serio el azabache al ver en la entrada de la cueva al Sannin junto con su asistente—

— ¿De dónde vienen? —Aquella pregunta de Orochimaru hizo que tanto Naruko como Sasuke fruncieran el ceño—

— Eso no les importa —Respondió indiferente la rubia—

El Sannin de las serpientes suspiró. Le molestaba el comportamiento de ambos, pero sabía que no confiaban en él y mucho menos en su asistente. Así que sabiendo que siempre se comportaron y se comportaran así, trataba de ignorarlo aunque no puede evitar molestarse con ambos, sobre todo con la Uzumaki, pero, aún así, le gusta la indiferencia que tiene esta cuando se dirige a él.

— Kabuto y yo tenemos un asunto pendiente, así que saldremos unas horas —Explicó el castaño—

— Como si nos importara —Murmuró el Uchiha—

— No le hables así a Orochimaru-sama —Habló el albino mientras sacaba una serpiente de su manga para dirigirla a este—

— Y tú no le hables así a Sasuke —Lanzó un kunai que atravesó a la serpiente y luego quedó clavado en la pared a centímetros de su cabeza— Si no quieres que te separe la cabeza del cuerpo, perrito faldero —Amenazó cuando se teletrasporto atrás de Kabuto y le puso un kunai en su cuello—

La miró de reojo cuando vio que esta sacaba dicha arma ninja de su cuello y se daba la vuelta para, junto al azabache, adentrarse en la cueva.

— Cuando regrese quiero hablar con ustedes, Sasuke-kun y Naruko-chan —Añadió mirando la espalda de ambos que poco a poco se adentraban más en la cueva—

— Algún día me las pagarás una por una, mocosa —Pensó el albino al ver como el Sannin se relambia los labios mientras miraba la silueta de la jinchuriki alejarse—

Ambos se dieron la vuelta para salir de la cueva mientras Naruko y Sasuke se dirigían a su habitación.

— Descancemos un rato —Propuso el azabache mientras agarraba la mano de la rubia—