Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ XXIII

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Capitulo XXIII - Me siento solo

Okasan, quiero un hermanito...

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— Gaara, no...

— ¡Naruko, no es justo que lleve esperando cinco malditos años cuando al Uchiha te le entregaste como una cualquiera! —Exclamó colérico y la Uzumaki frunció el ceño— ¡Tú ahora eres mía! —Demandó sujetandola del brazo—

— ¡No es no Gaara! —Se soltó bruscamente de su agarre— ¡Entiende que aún no quiero hacerlo!

— ¡¿Por qué?! —Replicó y la miró con enojo—

— ¡Porque no y punto! —Quiso alejarse, pero nuevamente fue sujetada del brazo—

— ¿Acaso soy poco hombre para ti y por eso me niegas hacerte mía? —La atrajo bruscamente— ¡Responde!

— ¡Ya basta! —Volvió a deshacerse de su agarre y suspiro— Gaara, por favor, no empieces, ¿Si?, si seguimos discutiendo despertaremos a Menma

— Esta bien, pero quiero una respuesta —Cuestionó cruzandose de brazos—

— Mañana tengo una misión, quiero dormir pronto y estar en condiciones para hacerla —El pelirrojo bufo y Naruko viendo que con eso había logrado cerrar el tema, se dirigió a la cama para acostarse—

Esta no era la primera vez que se daba esta situación, varias veces sucedió y siempre tenía que buscar una excusa para evitar tener un momento íntimo con su pareja.

Esto debido a que no quería que la tocará de esa manera, se le hacía muy raro e incómodo, ya que ella seguia viendo al ninja de la Arena como un amigo, no como una pareja.

Por lo general solía decir que estaba muy cansada por estar cuidando al azabache o porque recientemente tuvo una misión, o sino, se justificaba diciendo que al día siguiente tenía una misión, como en este caso.

Una vez acabó de acomodarse, sintió como el Kazekage se acostaba detrás suya y la abrazaba cruzando el brazo por su cintura.

— Lo siento Naru —Emitió este en un susurro y la contraria asintió— Te amo, descansa —Le dio un beso en el hombro y apoyo la cabeza en la almohada dispuesto a dormir—

— Descansa, Gaara... —Se limitó a decir mientras tenía la cabeza apoyanda sobre sus dos manos—

Todos los días antes de dormir le decía que la amaba y en esos momentos se sentía culpable por no poder corresponder sus sentimientos.

En esos años que llevaban juntos, Gaara siempre había demostrado cuánto la amaba, ya sea con detalles o diciendoselo directamente, pero no recibía lo mismo a cambio. Esto la hacía sentir mal, y fue por esta razón que acepto la propuesta que le hizo años atrás.

Aunque también lo hizo para tratar de reemplazar a Sasuke, cosa que nunca funcionó porque nunca demostró amar al Kazekage como hacia con él, nunca sintió amor por el pelirrojo y muy en el fondo de su corazón se conservaba el amor que le tiene al Uchiha, esto lo sabía perfectamente, pero día tras día trataba de olvidarlo y trataba de sentir algo más por Gaara, teniendo en el intento un claro fracaso.

𝖴𝗇 𝖣𝖾𝗌𝗍𝗂𝗇𝗈 𝖣𝗂𝖿𝖾𝗋𝖾𝗇𝗍𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora