Reencarnación

《13》

La manada de lobos de Busan había dado la alerta.
El líder del lugar se encontraba colérico. Habían descubierto un nido de vampiros y planeaban atacar.

Cuando los Park escucharon eso, temieron por la vida de su hijo. Estando encerrados en el calabozo, otra vez. Creyendo que sí iban al bosque a recoger algunas especias estarían bien, pero Lee estando iracundo y con una caza fallida los encerró luego de la Luna Roja.

Una Omega que se encontraba allí, notó su preocupación.

- Deben calmarse...- murmuró con voz rota. Los Alfas la miraron de inmediato y notaron sus ropas sucias y gastadas. Delgada y de apariencia terrorifica, por la forma tan blanquecina de su piel, era más pálida que los vampiros.

- ¿Cómo te llamas?- la Alfa se acercó a la reja que las separaba y la Omega hizo lo mismo, arrastrandose con la ayuda de sus manos. Su fuerza estaba por el suelo.

- ChoiRin...- dijo suave. No podían estar hablando entre ellos. Si un soldado los descubría terminarían golpeados.

- ¿Qué es lo que te han hecho?- la voz de la Alfa se cortó, al ver las cicatrices visibles en su cuerpo, por un momento imaginó a su hijo de esa forma y su lobo aulló. Su esposo miraba hacia la puerta para asegurarse que nadie entrara y los castigaran por eso.

- Me negué a ser parte del harem del líder...- susurró. Había estado tanto tiempo a oscuras que había olvidado lo que se sentía el contacto con el bosque.

- Luna...- llevó sus manos al rostro de la Omega y tomó sus mejillas.

- El líder mató a mis padres...- dijo y se rompió en llanto. Dejando que el aroma de la Alfa le calmara, parecía que los Park no eran los únicos que habían sufrido abusos y maltratos.- Porque ellos se negaron a que fuera una más de las perras que se acuestan con el líder y su hijo...- la Alfa la miró con preocupación y la dejó llenarse de su aroma materno, ese que había guardado para su cachorrito.

- Tranquila...- susurró con voz maternal, asegurandose de hablar con YoonGi o con HoSeok para que hicieran algo. La lobo Alfa tenía dieciesiete años sin ver a su cachorro. Le quedó conformarse con lo que su suegra decía... y confió en que JiMin estaría bien.

Por otro lado, SeokJin estaba avisando que los lobos carroñeros de Busan los habían descubiertos.

- No son más que nosotros pero los podremos a salvo.- SeokJin dijo, había convocado a una junta a HoSeok, TaeHyung y a YoonGi.- Estaban dando caza a una pequeña manada de antílopes que cruzó por aquí y unas vampiras salieron al escuchar el alboroto, pero así como aparecieron se teletransportaron, por eso creen que el lugar está en el bosque...

- Sí ese estúpido intento de líder hace algo, yo lo voy a matar- decretó YoonGi. Ahora que su pareja tenía todas las facultades de los vampiros, sería mas dificil que algo lo dañara. Pero aún ellos, siendo seres tan poderosos, tenían una debilidad, no eran ajos o cruces de madera, sí los atacaban con bronce, ellos estarían en problemas, pero eso era algo que pocos sabían.

- ¿Qué saben de nosotros?- HoSeok preguntó con rostro serio.

- La mayoría de libros que hablan de nosotros se quemaron.- SeokJin dijo mirando a sus amigos. Cruzó sus brazos y TaeHyung frunció el ceño.

- Entiendo, nadie puede saber nuestra debilidad- dice TaeHyung serio. YoonGi mira a JiMin jugar con JungKook y su abuela sentada tomando su té, fuera de la casa en compañía de la hija de SeokJin, JinHye.

- SeokJin, organiza a la armada- decretó serio, volviendo toda su atención a la reunión que tenían- HoSeok lleva a los vampiros gestantes, vampiras y menores al refugio del ala este...- HoSeok asiente.- TaeHyung encargate de la vigilancia... esta vez no dejaremos que nos destruyan y nuestra lucha no va a ser por juego de poder... yo también daré el comunicado a los clanes dispersos en caso de necesitar apoyo...- YoonGi mencionó y HoSeok se quedó con él, mientras los otros dos salían para cumplir con la responsabilidad delegada.