El misterio de Júpiter Mills
Livia
"¿Por qué bebí?"
Esa pregunta rondo por mi cabeza todo el día.
"Nunca más voy a beber"
Es cierto, nunca más lo haré. Beber solo trae malestares.
¿Por qué acepte ir a la fiesta? ¿No sé decir que no?
Podría haber puesto resistencia cuando Kala me lo propuso.
Me dejé influenciar por los sobornos de mi amiga.
¿Es que acaso pensé todo esto mientras bebía?
No, no lo hice. En ese momento no pensé en nada.
Mis lamentos fueron interrumpidos cuando escuché una voz gruesa decir mi nombre.
_ ¿Livia? ¡Livia!
Pegué la espalda a mi silla, al oír el regaño por parte de mi profesor de Matemáticas.
_Sí, claro. Estoy totalmente de acuerdo, Profesor -balbuceé.
_ ¿Con qué estás de acuerdo, Livia? - cuestionó el hombre con cabello gris parado delante de la pizarra.
Ya lo arruine.
_Con todo lo que usted diga.
Maravilloso, ahora sí el hombre decía que la chocolatada va a con azúcar tendría que darle la razón.
Mi Profesor de Matemáticas me observo mientras negaba con la cabeza y mis compañeros se reían de mí.
_Para la próxima vez, trate de al menos disimular su estado señorita William - concluyó el no muy amable Señor Ortiz.
¿Qué estado?
¿Se refería a mi resaca?
_ Claro, claro - enuncié mientras asentía repetidamente con la cabeza.
El Señor Ortiz me dio una última mirada de advertencia y continuó con la clase.
No sabía que estaba diciendo, así que fingía estar concentrada y anotar algunos apuntes en mi cuaderno.
Así continué durante diez minutos, hasta que el timbre que anunciaba la finalidad de las clases sonó.
Agarré mis cosas como pude y salí prácticamente corriendo del aula.
Odio Matemáticas.
Fui directo a la Cafetería, donde me esperaba Kala.
Al ingresar en ella, divisé a mi amiga sentada en una de las mesas junto a Dani.
¿Qué demo-?
Al parecer están conversando muy animadamente.
¿Ya se olvidó lo que le hizo?
Oh, no. Eso sí que no, si no lo recuerda tendré que hacer que lo haga.
Me dirigí hacia su mesa a paso rápido , y cuando estaba por llegar, presencié como mi amiga y su ex novia se despedían muy cariñosamente con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.
No sé que está pasando.
Dani salió de la cafetería con una sonrisa en la cara, en tanto mi amiga volvió a sentarse en la mesa en la que estaba.
Corrí hasta ella y tiré mis cosas en la mesa de manera brusca haciendo la sobresaltar.
_ Hola - pronuncié con una sonrisa.
Kala levantó su mirada y la conectó con la mía.
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Para siempre ©
RomanceLivia es una adolescente de diecisiete años completamente normal, que trata de vivir sus últimos tiempos de diversión antes de entrar a la universidad. Por otro lado, Júpiter es un joven sin muchas esperanzas de vida, con muchos secretos dolorosos...