Mentiras y más mentiras
Júpiter
_ ¡Qué así es, te digo! - exclamó Regina.
_ Regina, yo te enseñé a jugar - dijo entre dientes Erick, el hermano mayor de Regina.
_ Las reglas cambian, hermanito - contestó la pelinegra.
Nos encontrábamos jugando al Uno en la cocina de los hermanos, cuando de repente a Regina se le ocurrió decir que los +2 no tenían valor si venían por parte del jugador que se encontraba del lado izquierdo . Yo, personalmente, pienso que no es así. Pero no iba a involucrarme en esta discusión, simplemente decidí relajarme en mi silla y observar su altercado.
_ Pero hay algunas cosas, que simplemente no tienen sentido, Regina - aseveró Erick.
_ ¡Claro que lo tiene!
_ No, estas inventando reglas para utilizarlas en tu favor. Levanta dos cartas y deja de joder, por favor.
Regina lo observó sin poder creer lo que decía. Pero inmediatamente cambió su actitud.
_ ¿Cómo te atreves a acusarme de tramposa? - cuestionó en tono incrédulo.
Regina asistía al club de teatro, tal vez eso tenga algo que ver con que pueda fingir tan bien sus emociones.
_ No empieces, esta Júpiter aquí y-
Lo interrumpió negando con los ojos cerrados.
_ Júpiter no tiene nada que ver en esto - manifestó abriendo sus ojos, con fingidas lágrimas.
Erick gruñó frustrado.
_ No estoy diciendo que tenga algo que ver con esto, Regina: ¿Puedes escucharme?
_ No, no... Dejaste muy claro el hecho de que no me soportas - enunció dramáticamente.
_ ¡Bien, bien! No levantes las malditas cartas - se rindió el castaño.
Regina, instantáneamente, levanto su mirada y secó las falsas lágrimas de sus ojos.
_ Bien, entonces debe levantarlas Júpiter - aseguró.
Oh no, yo sí que no iba a ceder con sus engaños.
_ No, lo siento. Creo que debo irme - manifesté levantándome de la mesa.
_ Oh, lo siento. Pasamos la mayor parte del tiempo discutiendo - enunció Regina levantándose de la mesa, también.
_ No te disculpes, fue entretenido verlos pelear - dije con una media sonrisa.
_ Bien, te acompaño hasta tu auto.
Sin esperar respuesta de mi parte, Regina abandonó la cocina.
Observe a Erick y este se despidió con un asentimiento de cabeza. Imité su acción y me retiré.
Al llegar a mi auto, divisé a Regina apoyada en él.
_ Lo siento, sabes que soy muy competitiva y-
Corté sus palabras, atrayéndola hacia mí fundiendo nuestras bocas en un beso. Ella tardó unos segundos en responder, pero cuando lo hizo, lo hizo con firmeza; enredando sus manos en mi nuca.
Nos separamos un par de minutos después por la falta de oxígeno. Planteé un beso corto en sus labios y me alejé.
_ No te disculpes, fue entretenido. Nos vemos el lunes en el instituto - me despedí.
_ Nos vemos - musitó.
Subí a mi auto y me coloqué el cinturón de seguridad. Encendí la radio y "What a lie" de Julia MIchaels, inundó mis oídos con una melodía tranquila pero pegadiza.
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Para siempre ©
RomantikLivia es una adolescente de diecisiete años completamente normal, que trata de vivir sus últimos tiempos de diversión antes de entrar a la universidad. Por otro lado, Júpiter es un joven sin muchas esperanzas de vida, con muchos secretos dolorosos...