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#4 - Nerd Casi Graduada

 Nerd casi graduada

Livia

_ ¿Estás segura de esto, Livia? – cuestionó por décima vez Kala.

_ Si, lo estoy – contesté mientras caminábamos por los pasillos del instituto, camino a la oficina de la directora.

_ ¿Pero muy, muy segura? ¿Así como segurísima?

_ Muy, muy segura. Segurísima, Kala – aclaré mientras esquivaba a un jugador de Futbol americano que por poco, casi me taclea – idiota – murmuré.

Kala, quien venía detrás de mí, se frenó en seco y me observó sorprendida.

_ ¿Acaso me dijiste idiota?

_ No a ti, estúpida. Se lo dije a un sujeto que casi me hace caer – aclaré.

_ Oh bien – asintió con la cabeza - ¿No necesitas que lo golpeé o algo así?

_ No, por ahora estoy bien.

Seguimos caminando y al llegar a la oficina de la Directora Thompson, Kala me tomó por los hombros y pronunció:

_ Haz lo que tú quieras hacer, no hagas cosas para complacer a los demás. Primero vas tú y después el mundo ¿Me entiendes?

Asentí rodeándola con mis brazos.

Nos separamos y dándole una última mirada a mi amiga, entré a la oficina.

Al ingresar, encontré a la Directora Thompson detrás de su escritorio bebiendo una taza de lo que parecía ser café. La Directora era una mujer no muy joven pero tampoco muy anciana, debía tener algo así como sesenta y cinco. Pero a pesar de esto, su cabello era completamente blanco, ella decía que "no se preocupa de gastar dinero en tinturas, ya que ella no se avergonzaba de quién era en ese entonces".

Quisiera llegar a ser como ella, en ese aspecto.

Al notar mi presencia, levantó su vista del periódico que leía anteriormente.

_ Livia, querida ¿Cómo estás? – cuestionó amablemente.

_ Bien Directora ¿Y usted cómo se encuentra? – respondí de la misma manera.

_ Bien por suerte – pronunció con una sonrisa – ven pasa, toma asiento – invitó señalando la silla que se encontraba frente a ella.

Tomé asiento y luego suspiré pesadamente, antes de decir lo que ella tanto ansiaba escuchar.

_ No sé si usted recuerda, pero me habían dado la oportunidad de... – no pude continuar ya que me interrumpió.

_ Claro que lo recuerdo, linda. Dime ¿Tienes una respuesta?

Estoy segura de que voy a arrepentirme de esto. Bien, aquí voy...

_ Si, de hecho quería aceptar la propuesta – comunique.

Los ojos de la Directora Thompson brillaron y su sonrisa se agrandó.

_ Me alegra de sobremanera tu decisión, Livia. Si no aceptabas el Estado iba a quitarnos este plan, si alguien no aceptaba este año – confesó.

Es obvio que una persona cuerda no aceptaría renunciar a todos sus amigos y familiares en menos de seis meses. 

Pero yo no estoy muy cuerda que digamos.

_ Me alegra poder ayudar – sonreí falsamente.

_ Oh, eres adorable Livia, sí que lo eres – aseguró negando con la cabeza – ahora necesito que firmes algunos formularios – indicó sacando del cajón del escritorio una carpeta gigante.