9. Soberbia.

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(...)

"El Señor es excelso, pero toma en cuenta a los humildes y mira de lejos a los orgullosos."

(Salmo 138:6)

(...)

-Podrás comer hasta hartarte bananas, naranjas, peras y uvas... pero NUNCA pruebes el fruto prohibido, o deberás morir.-Explicó Dios a su primera creación, Adán, al posarle en el jardín del Edén, el paraíso para cualquier hombre.

Y, convencido por su querida Eva, carne de su carne, salida nada más y nada menos que de su costillar, no tuvo más remedio que probarlo. Una serpiente engañó a su compañera y condenó a ambos a la vida mundana, faltando Dios a su propia amenaza.

Eva quiso ocultarlo, probablemente Adán también. Sin embargo, a Dios como ser omnisciente, presente y potente, nada pudo escapársele. Sus actos impuros secaron los siete grandes mares y empaparon los desiertos. Aunque, siendo benevolente como siempre fue, es y será, Él no pudo matar a sus queridas y complejas creaciones, mas si condenarlas por sus pecados.

Eva y sus hijas serán condenadas a sufrir el dolor eterno. Al estar embarazada, al parir, al ser sometidas por sus maridos, padecerán el dolor del propio infierno por su deseo.

Adán y sus hijos nunca volverán a descansar pues, en una tierra maldita deberá encontrar sustento para sus familias, y vivirá una vida marcada por un arduo e interminable trabajo.

Todo por la tentación. Todo por un secreto que no pudo ser guardado.

Sin embargo, Dios... ¿no merecen sus hijos guardar secretos hasta el día de su muerte? ¿No merecen la intimidad, necesidad que usted mismo les creó? Merecedores o no, cualquier hijo de Dios tiene secretos.

¿Cierto, Liam?

¿Liam?

-¡Liam!-Una mano de delgados dedos aterriza en su mejilla y, con ella, su cuerpo vuelve a la vida. Los tiros aún ensordecen sus oídos, y su mente le hace creer que se encuentra dentro de algún tipo de película de acción.

-¿Está despierto? ¡Joder, Zayn! ¡Le podrías haber roto la mejilla!-Grita Harry desde el umbral del pasillo. Liam aún no sabe qué está pasando, pero su corazón ya está empezando a reaccionar con fuertes latidos.

-Toma, colega, se te han caído del bolsillo de la camisa.-El moreno le coloca las gafas a Liam, creando una escena bastante ridícula pues la grieta en uno de los cristales las hace completamente inservibles. Sin embargo, gracias a la claridad del otro cristal, Liam empieza a asumir que no se encuentra en ninguna película de acción.

Y grita.

Sabe Dios que grita con todas sus fuerzas.

El pánico se apodera de sí e intenta escapar siendo retenido por los fuertes brazos del peliverde.-¡Liam, cierra tu puta boca de maricón!-El cristiano se encuentra totalmente fuera de sus cabales, y no encuentra otra forma de sobrellevar esa situación que seguir dejando que cunda el pánico.-¡Liam! ¡Harry, joder, ayúdame!-Pide Zayn con urgencia mientras el cristiano resbala de sus manos.

-Estoy un poco ocupado, ¿no crees?-Vacila el ojiverde mientras sigue disparando a la puerta del apartamento.

Zayn suelta de su agarre a Liam durante un par de segundos, los suficientes para agarrar la pistola de Harry y para que el cristiano corra hacia el final del pasillo pisando sus propias gafas de camino.-¡Me cago en tu puta madre, Liam! ¡Para, joder!-Exclama Harry inmovilizando a su amigo. El cristiano sigue sin poder dejar de chillar y empieza a patalear debajo de Harry, quien le tiene agarrado de los brazos. Liam, boca abajo y rojo por el esfuerzo de sus cuerdas vocales, empieza a llorar desconsolado, aún sin dejarlas descansar.

Church of burnt romances  †Larry Stylinson†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora