14. Generosidad.

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(...)

"Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed, dale de beber agua."

Proverbios 25:21

(...)

-¿Qué quieres, Lago?-Dos hombres cierran la puerta tras de sí, y el gallego le hace una seña para que se siente. Óscar toma asiento en una especie de silla de cuero medio roída, no sin asegurarse antes de agarrar su pistola y ponerla encima de la mesa.

-Tranquilo, tranquilo, puedes quedarte tu juguetito, me has pillado desarmado.-Lago emite un intento de risa entredientes y entrecruza los tobillos encima de la mesa de escritorio que separa ambos hombres.-Claro que... no puedo decir lo mismo de mis chicos.-Susurra, refiriéndose a los dos hombres que le observan desde atrás.

-Me importa una mierda, ¿qué quieres?

El gallego enseña las palmas de sus manos en señal de paz, y Óscar puede llegar a adivinar un collar dorado debajo de su camiseta. A Lago siempre le ha gustado aparentar, así que le extraña que lo tenga escondido.-Antes de nada, quiero pedir perdón por irrumpir en el querido club de putas y maricones de tu jefecito. Fue poco considerado por mi parte no avisar... por otra parte, podríamos decir que lo que quiero ahora mismo es, y no me entiendas mal, a ti.

-¡¿Qué?!-Contesta Óscar, un poco demasiado exagerado. Lago, por suerte, lo deja pasar.

-Zed y yo tuvimos nuestras diferencias en el pasado, pero ahora ya está completamente olvidado.-El gallego despeja su garganta y baja los pies de la mesa para, seguidamente, sentarse en ella.-Puede ser que se me escaparan un par de balas en su casa o que me enfadara un poco demasiado en su querida churrería, pero realmente le aprecio, es como un viejo amigo a estas alturas.

-Oh, sí, estoy seguro de que Zayn piensa lo mismo de ti.-Contesta Óscar irónicamente. El gallego ríe ante el comentario y frota las palmas de sus manos en sus propias rodillas.

-Una vez aclarado esto, estaremos de acuerdo en que, a pesar de haber intentado darle un lavado de cara a todo lo que mi padre y yo construimos, tu querido jefe es un ladrón.-Óscar arruga el entrecejo, extraño.-Tiene muchas cosas que una vez fueron nuestras pero, por encima de todo eso, te tiene a ti.-El gallego posa una mano en el hombro del moreno y aprieta como si sus palabras realmente fueran sinceras. Por un momento siente pena, pero luego recuerda y se le pasa.-Vamous Óscar, eu quíxenche coma un irman maior. Que pasou entre nós os dous?

*Vamos, Óscar, yo te quise como a un hermano mayor. ¿Qué pasó entre nosotros dos?

-O que pasou foi que marchaches sen dicirme nada e me deixáchesme aquí só.-Aparta la mano de Lago con rabia, y este le hace un gesto a uno de los hombres que aún observan la escena desde el fondo del despacho como si fueran un mueble más.

*Lo que pasó fue que te fuiste sin decirme nada y me dejaste aquí solo.

Un fajo de billetes pequeños aterriza en la mesa en la que el gallego sigue sentado. Óscar puede contar unas cinco mil libras como poco.-No he podido conseguir más en tan poco tiempo pero, si te quedas a mi lado, podrás tener muchos más como estos. Todos tenemos un precio, tú solo dime el tuyo.

En contra de cualquier creencia o valor que le pudiera quedar a Óscar, y a pesar de que se le atragante como un palo de hierro ardiente, lo último que dice antes de irse de ese despacho es...-Cien mil libras y acepto.

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2023 ⏰

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Church of burnt romances  †Larry Stylinson†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora