6. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

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(...)

"Someteos pues a Dios, resistid al diablo, y de vosotros huirá."

Santiago 4:7-7

(...)

Lo que para Zayn debería de haber sido una noche de ensueño, está claro que acabó más bien como una pesadilla. Su plan era sencillo: beber, liar a Harry para divertirse un poco con él y con Patrick, meterse un par de rayas y quizá, solo quizá, acabar rompiéndole el culo a su querida perra en el despacho.

Para él esto no era algo extraordinario, normalmente todas sus fiestas acababan así, así que tampoco tiene muy claro qué es lo que ha podido torcer la noche. Puede haber sido el hecho de que Harry le haya dado un puñetazo después de echar toda su coca a perder, sí, pero se inclina más por la opción de que el problema viene directamente del comportamiento tan extraño de su amigo. ¿Dos semanas desaparecido? Está claro que Zayn se está perdiendo una parte de la historia.

-¡No, no, no, no! ¡Harry, no!-El rizado se encuentra realmente mal. Claro que, teniendo en cuenta que ha acabado con casi cada gota de alcohol que quedaba en el club, es casi que razonable que su estómago se revolviera un poco. Más si solo se alimenta de pizza.-En el parabrisas no, por Dios Santo.-Razonable es que se encuentre mal, lo que no lo es es que esté vomitando trozos de pollo en el parabrisas del coche de Liam.

-Limooo, eres un tocacojones.-Zayn no puede evitar reírse ante tal situación. Se apoya en el coche y sigue observando mientras divaga. ¿Dónde está Patrick?-!Eres una monjita! Una monjita, Sor Payno, sí... Sor imbéciiiiiiiiiil.-Balbucea Harry tumbado contra el capó del coche. Liam, a su lado, entra en crisis. ¿Cómo va a limpiar este desastre? Y, ¿de verdad va a meter dentro a su amigo recién vomitado?

Ni siquiera él sabe qué pretende, pero después de encontrarse con Zayn y Harry peleándose en el baño de aquel club pecaminoso, estaba claro que, almenos, al rizado no le iba a dejar solo. El moreno, sin embargo, puede irse al infierno.-Yo voy a dónde quiera que vaya Harry, así que si te lo vas a llevar me vas a tener que aguantar.

-Harry, levanta amigo... vamos a llevarte a un lugar muy calentito, ¿vale? Estás temblando de frío.-Susurra Liam mientras le aparta el pelo de la cara. Le preocupa que pueda pasarle algo, por lo que la oferta de Zayn le da completamente igual. Necesita asegurarse de que Harry está bien.-¿Por qué querrías venir? Lo único que haces es ocasionarle problemas.-Dice, esta vez refiriéndose al moreno.

Zayn rueda los ojos, no le apetece escuchar el discursito de Liam cuando aún va bastante borracho.-No me fío de ti, sor Payno. Si le vas a hacer un exorcismo a MI amigo-Explica el moreno, haciendo hincapié en el posesivo.-quiero estar presente como testigo. Si le dejas más tarado de lo que está, habrá que denunciar y todas esas gilipolleces de adulto.

El castaño agarra el brazo de Harry y se lo pasa por encima del cuello con delicadeza pero cierta urgencia. El rizado ahora es como un niño pequeño, uno que está enfermo y necesita cuidados. Liam está acostumbrado a este tipo de situaciones, pues en sus clases suele ser bastante común que los chiquillos se pongan enfermos en masa. A él no le importa, está claro, ama a esos pequeños.-Vamos a casa, Harry.

-¿Nos vamos a mi casa? Pervertido...-Se ríe el rizado acurrucándose un poco más sobre el capó, impidiendo que su amigo le cargue. Pesa más de lo que Liam esperaba.

-No, Harry. Nos vamos a mi casa. La tuya está destrozada, está-

-Hm... no, Lima... me... me voy a mi casa. Jodido pesado...-Harry aparta el brazo del cristiano con cierto refunfuño y gruñe contra el metal del coche. Liam forcejea un poco con él pero empieza a agobiarse demasiado al ver que va a ser muy difícil convencer a Harry para que entre en el coche. El rizado debe irse a casa, la noche es fría y al final va a enfermar.

Church of burnt romances  †Larry Stylinson†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora