Día infernal

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Bufó al ver al hombre parado en la acera frente a su casa, su suposición de que estaba mandando un mensaje se confirmó al sentir su teléfono vibrar en su bolsillo, pero él solo atinó a pagar el móvil y girar su rostro hacia donde su madre estaba, pidiendo entre señas que lo cubriera para evitar una tarde de incomodidad con su progenitor, no obstante, la fémina lo miró seria, señalándolo seriamente, y entonces Yeosang comprendió que aquello ya estaba decidido y que nada de lo que diga o haga haría cambiar la decisión de sus padres.

¿Desde cuándo esos dos se ponían de acuerdo en algo? ¡Y peor aún! ¿Desde cuándo le importaba pasar tiempo de calidad con sus hijos? En verdad era un mal chiste.
Realmente no lograba comprender a qué venía aquello. Nunca, en sus dieciocho años de vida, se había preocupado por la familia que dejó, y para ser sinceros, Yeosang lo prefería así; solo ellos con su madre, ¿qué más necesitaban?

Exacto; nada. Entonces, ¿por qué hacer todo este circo? Algo en esto no le cuadraba, y la incomodidad en su cuerpo lo confirmaba.

El rubio cerró los ojos y, antes de abrir la puerta, contó hasta diez y se dijo unas palabras de apoyo. Una vez listo, se despidió dramáticamente de su madre y luego procedió a acercarse a ese sujeto, quien, al verlo, se sacó los lentes de sol y le sonrió.

ㅡ¿Qué hay, hijo? ㅡhabló, y el Kang menor intentó con todas sus fuerzas no hacer ninguna muecaㅡ. Veo que sigues rubio, te queda bien.

Sin embargo, Yeosang se mantuvo en silencio, dirigiéndose a los asientos traseros e ingresando al auto, a la par que se colocaba los audífonos y su interés iba dirigido hacia la ventana. El mayor, por su parte, simplemente suspiró e imitó a su hijo.

Ese sería un largo día.

El viaje fue tranquilo, o al menos eso pensó el hombre, porque lo que al rubio concierne, la incomodidad era notoria, y se encontró a sí mismo mandándoles mensajes a Sihyeon y Mingi para que lo salvaran, pero solo consiguió ser ignorado por eso que decían llamarse sus mejores amigos.

Y una mierda.

Una vez aparcaron, el primero en salir fue Yeosang, quien al reconocer el local sonrió; al menos la abuela Jeong lo podría salvar, solo esperaba que no estuviera Yunho. Ni en un millón de años permitiría que su angelito conociera al viejo tras él. 

Ambos entraron y se dirigieron hacia una mesa que se encontraba casi en el centro, empezando a ojear el menú en un silencio que solo lograba ser llenada por una calmada canción que recordaba haber escuchado un par de veces por la radio. El chico levantó su vista hacia su padre, encontrándose con que éste lo estaba observando fijamente.

ㅡViejo, pareces acosador ㅡvolvió su mirada hacia la carta en sus manosㅡ. Deja de mirarme y di lo que sea que quieras decir... por favor.

Decir que no lo intimidaba sería mentir, porque sí lo hacía. Estar solo con un tipo que solo había visto un par de veces hace muchos años era algo que no le agradaba mucho. Si aún estaba allí era porque había prometido ante su madre que intentaría llevarse bien con él.

El moreno suspiró, entrelazando sus dedos sobre la mesa, intentando buscar las palabras correctas para usar con su hijo menor. No era bueno en estos asuntos, y la actitud del menor no era de mucha utilidad.

ㅡTengo familia ㅡdijo finalmente, a lo que Yeosang fingió sorpresa, con su completa atención en la cartaㅡ. Yeosang...

ㅡ¿Quieres que te felicite? ㅡpreguntó molestoㅡ. ¡Felicidades viejo, espero que a tu nueva familia nunca le falte nada de tí!

ㅡYeosang... ㅡle reprendió, respirando profundamente y llevándose una mano a la cabezaㅡ. Sé que no es algo que te importe, ni siquiera tengo el derecho de pedirte esto, pero quiero que tú y Yuchan se lleven bien con ellas dos. Estoy intentando redimirme...

ㅡOh, es lindo saber que intentas salir adelante. Bien por ti, viejo.

Luego de eso ninguno dijo más nada, volviendo al silencio tan jodidamente asfixiante que el menor no logró tolerar, haciéndolo levantarse, avisando que iría a hacer su pedido. Sin embargo, cuando llegó a la caja se llevó una gran sorpresa al encontrarse con un Subin observándolo desde lejos mientras lo esperaba con una sonrisa comercial.

ㅡ¿Estás bien?

ㅡ¿Qué te importa? ㅡSubin rodó los ojos y entonces el rubio se dio cuenta de algoㅡ. ¿Desde cuándo trabajas aquí?

ㅡOh, Yun me consiguió lugar. Es un ángel, ¿lo sabes? ㅡel chico no tenía malas intenciones, pero en ese momento Yeosang no se encontraba del todo calmado, sin embargo quiso canalizar todos sus sentimientos negativos en su puño izquierdo, sintiendo sus uñas lastimar su palma.

ㅡNo sabía que te llevabas tan bien con Yun ㅡél no era celoso, él odiaba a las personas celosas, eran patéticas e imbéciles.

ㅡBueno, nos hemos hecho algo cercanos los últimos días ㅡsin embargo ahora todo lo que quería hacer era borrarle esa estúpida sonrisaㅡ. Como sea, ¿es tu viejo, no? ¿Todo va en orden?

Yeosang enarcó una ceja, lo último que quería era tener una conversación sobre sus problemas parentales con su ex novio. ¿En qué clase de sitcom de bajo presupuesto se basaba su vida ahora? Era humillante.

ㅡMira, no quisiera sonar grosero, pero tu estás trabajando y me caes mal, por lo que debo rechazar tu invitación a almorzar juntos mientras hablamos mal del tipo que me cedió sus cromosomas ㅡhizo una mueca fingida.

ㅡNunca me vas a perdonar, ¿cierto?

El rubio lo miró unos segundos antes de apartar su mirada del contrario e inhaló profundo.

ㅡUnos fideos fríos y una pepsi, por favor ㅡse aclaró la garganta. Subin suspiró, ya a sabiendas que sería en vano intentar hablarle.

Luego de que le avisara que le llevaría su comida en unos minutos, el más bajo de estatura asintió y regresó hacia donde el viejo estaba, quien al verlo decidió iniciar una conversación nueva, preguntando esta vez sobre sus estudios, sus amigos y otras cosas más que el Kang rubio solo se limitaba a responder de forma cortante sin entrar mucho a detalle, observando su celular bajo la mesa cada segundo, anticipando con ansias el momento cuando volviera a su casa.

ㅡ¿Tienes pareja?

Definitivamente el universo había decidido que hoy sería el mejor día para recordarle lo terriblemente desgraciado que era.

[•••]

¡Oi, oi! disculpen ustedes la tardanza, lo que pasa es que soy medio lenta y se me olvidan rápido las cosas jsjsj.

Como verán, esto es puro relleno, pero a no desesperar, el cap siguiente ya empieza el nudo del drama. Y, como dije, no va a durar tanto porque no soy muy fan de eso, así que ustedes tranquis y yo nerviosa.

Y nada, gracias por leerme, etc.

Lovely; 『ʏᴜɴꜱᴀɴɢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora