Blancanieves y cachorro bebé

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ㅡMe cago en la jodidamente asquerosa vida de mierda ㅡdijo Yeosang viéndose en el espejo.

Yunho y Yuchan, que había vuelto hace poco con un gran pedazo de pastel, rieron. Sin embargo Yojeong le dijo que ese no era lenguaje de una bonita princesa, por lo que tuvo que cambiarlo a "hago mis necesidades en la bella vida".

Realmente odiaba su vida en ese momento.

Y es que, definitivamente, la sombra de ojos -y, aparentemente, cejas- color azúl con brillitos y el labial morado no le favorecían en nada.

Resulta que la idea de la chiquilla de "jugar" con su hermano y su, ahora, amigo significaba en realidad "yo los maquillo y ustedes se visten de princesas".

No era para nada lo que esperaba, y la peor parte es que ni siquiera le tocó la princesa que él quería. Era obvio que, de ser una princesa, sería Rapunzel, no Blancanieves.

¡Su cabello ni siquiera era negro, por dios!

ㅡPero, cosa dos, ese vestido realmente se te ve bien. Excelente elección, Yojie ㅡhabló el Kang mayor por veinte minutos, sentado en la cama de la mencionada.

ㅡGracias ㅡle sonrió tiernamente y siguió peinando al rubio, mientras este mentalmente se quejaba e insultaba en idiomas que él inventaba a su hermano... y también a Yunho, porque, aunque este no le había hecho nada, seguramente se estaba burlando de él.

Estaba casi seguro de eso.

Como un 90% seguro.

Síp.

Una vez que terminó de hacerlo, la pequeña hizo que su hermano se parara junto al de baja estatura, para ver su obra maestra. Sonriendo satisfecha mientras Yuchan sacaba muchas fotos.

ㅡSe ven bonitos ㅡhabló, aplaudiendo ㅡ. Okay, ¿ahora qué?

El rubio y el pelinaranja se miraron cansados y ambos se tiraron  al suelo, qujándose. Ser una princesa era muy agotador...aunque no habían hecho nada.

Con sus ojitos cerrados, echó su cabeza hacia atrás, apoyándola sobre la cama. Estaba dispuesto a tomar una pequeña siesta, pero sintió un peso en su hombro y, cuando abrió un ojo, notó a Yunho muy cómodo usándolo como almohadón.

Lo que le faltaba. ¿En qué momento habían llegado a ese nivel de confianza? Porque él no estaba enterado de nada.

Y sí, por supuesto que trató de empujarlo con todas sus fuerzas, pero el maldito era muchísimo más pesado que él y además no tenía ganas de nada, por lo que, después de varios intentos (dos) se rindió y solo lo ignoró, volviendo a cerrar su ojo para intentar dormir. Sin embargo, con su hermano la paz nunca fue una opción.

Y es que el hijo de su preciosísima madre no sabía ni disimular, ni sacarle el flash a su celular.

ㅡOye imbécil, ¿qué piensas que haces? ㅡhabló, aún en su lugar. La verdad no tenía ganas ni de levantarse para golpearlo.

ㅡNo todos los días tienes la oportunidad de ver a La Bella Durmiente y a Blancanieves durmiendo ㅡse encogió de hombros ㅡ. Se lo mandaré a Mingi.

ㅡTú lo haces y yo juro que le mostraré a Serim tu diario ㅡsentenció, y sonrió cuando su hermano palideció. Siempre ganaba con eso.

Yuchan levantó sus manos en signo de paz y volvió a girarse para ver la tele, empezando a peinar a Yojeong que se encontraba muy concentrada en la trama de aquella extraña película, sin prestar atención a lo que pasaba al rededor.

Yeosang, por su parte, volvió a cerrar sus preciosos y cansados ojitos para por fin poder tomar su merecida siesta. Porque, sí, se merecía un descanso después de pasar casi toda la tarde en casa de un desconocido por culpa de su adorable hermano.

Y no supo en qué momento sucedió, pero cuando despertó ya era de noche y estaba acostado en una superficie suave. Parpadeó un par de veces y entonces rescató que las paredes color lanvanda se habían convertido en beige, que los estantes con varios animales de peluches, ahora se encontraban con algunos libros que se veían para nada interesantes, y que la habitación de Yojeong ahora era la habitación de Yunho.

De verdad que tenía un sueño pesado.

Se desperezó y se levantó de la suave cama, no sin antes estirar bien las sábanas. Sería odioso pero nunca maleducado, Burro no le enseñó eso. Después se vio en el espejo y recordó que aún era Blancanieves, solo que ahora no estaba maquillado, por lo que se sacó el vestido, lo acomodó en la silla y salió de allí, dirigiéndose abajo, donde, a medida que bajaba, escuchaba risas.

Rodó los ojos al escuchar la característica risa de su hermano y entró a la cocina, encontrándose con una escena un poco... extraña.

Y es que ¿qué hacía su imbécil y Yojie sentados en la encimera, comiendo mezcla de hotcakes, mientras Yunho cocinaba, con Poison de VAV de fondo?

Ciertamente, extraño.

Se aclaró la garganta para que noten su presencia, pero parece que la parte del rap de Ayno era muchísimo más importante que su existencia, por lo que nadie le escuchó; volvió a hacerlo, y nada.

Frustrado, hizo un pequeño berrinche.

ㅡ¡Yuchan! ㅡgritó, y entonces los tres lo miraron. Tosió un poco y vio al mayor por veinte minutos ㅡ. ¿Ya nos vamos?

ㅡDespués de comer, mamá nos vendrá a buscar.

Yeosang suspiró y se sentó, apoyando su cabeza en sus brazos, viendo a Yunho cocinar. Era mejor que observar cómo su hermano y su amiguita peleaban por la mezcla.

No malentiendan; seguía sin confiar en él, porque no hay forma de que una persona sea tan amable todo el tiempo. Sin embargo, después de pasar todo el día con el no secuestrador, se acostumbró a su aura molesta, y no se quejaba.

ㅡHey, Yeo, ¿dormiste bien? ㅡhabló el mayor de todos, volteandose para verlo, con una sonrisa.

ㅡNo me digas Yeo ㅡYunho hizo otro estúpido puchero que le hizo poner los ojos en blanco. Estúpido niño con complejo de cachorro bebé ㅡ. Sí, dormí bien. Gracias por preguntar.

El de cabellera color durazno le sonrió y volvió a cocinar, tarareando esta vez Pporappippam de Sunmi. Yeosang le siguió, pero en su mente. Aún tenía que mantener su reputación.

Lovely; 『ʏᴜɴꜱᴀɴɢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora