Gatito enojado

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ㅡMíralo ahí, tan bonito ㅡdijo con rabia el mayor de los dos, mirando por la venta de su habitaciónㅡ. Me cae mal.

Mingi, que se encontraba jugando con la consola, rodó los ojos.

ㅡ¿Te cae mal por ser bonito?

ㅡ¡Claro que no! Me cae mal porque sabe que es bonito y viene a mi casa a mofarse de eso y... y... ¡no me contestó lo que le pregunté!ㅡcontestó, como si fuera la peor cosa de la historia, finalizando con un puchero.

No eran reproches, claro que no. Sin embargo, Yeosang tenía dignidad, y que Yunho no le respondiera hacía que esta se rompiera en pedacitos.

El más alto lo miró divertido y, continuando con su juego, habló:

ㅡBien, ¿por qué no me traes jugo y de paso saludas a tu novio?

Yeosang bufó y, escuchando la risita burlona de su amigo, salió de la habitación dando un portazo. En las dos semanas que llevaba siendo el esclavo de Mingi aprendió que era mejor no discutir con el menor, la primera vez que lo hizo tuvo que limpiar su habitación y comprarle sus estúpidas golosinas.

¿Recuerdan cuando pensaba que Mingi era como un bebé gigante? Pues ahora se arrepentía. Ese no era un bebé; era un pequeño demonio que a veces disfrutaba joderle la existencia.

A veces. La mayor parte del tiempo, y le molestaba. Porque de no ser por eso, ahora mismo él estaría en su habitación jugando videojuegos, esperando que su esclavo le llevara su juguito; no bajando las escaleras, repartiendo insultos a todo aquel que venía a su mente.

Insultaba a Mingi por ser tramposo, a sus compañeros de curso que le habían recordado que en un mes volvían a la escuela, a su papá por no ser narco y a sí compensar su ausencia con cosas materiales, a Yuchan por pasar las últimas dos semanas con Yunho y a este mismo, por creerse el ser humano más encantador del mundo.

Claro que ese no era el motivo, pero fue lo primero que se le vino a la cabeza al escucharlo reírse de algo que su gemelo estúpido hizo.

Hizo una mueca y entró a la cocina, buscando el jugo que su alto amigo prefería. Gritó de frustración cuando vió que ya no había más.

ㅡ¡Puta madre, Mingi, ¿por qué no tomas agua?!

ㅡ¿Qué pasa, Kangie? ㅡla voz del poste de luz a sus espaldas lo hizo pegar un saltito junto a un pequeño grito.

ㅡ¡Avisa cuando entras, baboso!

ㅡLo siento ㅡle sonrió. ¡Maldita sonrisa asquerosamente perfecta!ㅡ ¿Sucede algo?

ㅡNada, solo Mingi arruinando mis vacaciones ㅡse encogió de hombros, girando para seguir buscando el estúpido jugoㅡ. Baboso, de casualidad, ¿no viste por aquí un jugo de limón y menta?

ㅡNo, ¿no hay más?

ㅡPues no, estúpido  ㅡbufó y cerró el refrigerador, saliendo de la cocinaㅡ. Iré a comprar. Si Mingi pregunta, tú me mataste.

Yunho rió y Yeosang lo miró más de lo que le gustaría.

ㅡTe acompaño, y no es pregunta.

Y al rubio no le quedó de otra que aceptar, porque no tenía ganas de discutir, y menos con Yunho; ese chico sí que era persistente.

El mayor fue a avisarle al gemelo castaño y, luego de que este le dijera que vigile que Yeosang no compre nada que contenga "cartílago de pollitos", volvió con el rubio que lo esperaba en la puerta de su casa, al mismo tiempo que Yuchan subía las escaleras acotando que estaría con Mingi.

Lovely; 『ʏᴜɴꜱᴀɴɢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora