Yojeong

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Su mirada, cansada y que delataba sus grandes ganas de tirarse por la ventana, pasaba de Yunho a Yuchan. Así sucesivamente.

Ya había pasado media hora desde que Yeosang se cansó de golpear a su hermano por intentar matarlo, y ahora se encontraba escuchando la absurda conversación que ambos chicos mantenían.

Ni siquiera prestaba atención, solo los miraba porque no tenía otra cosa que hacer. Hace rato que se había acabado la comida que trajo de la casa de su tía y las galletas no envenenadas de Yunho, y recién eran las tres de la tarde.

Maldita sea.

Rodó los ojos cuando su hermano sacó su celular para enseñarle algo al dueño de la casa, quien al verlo abrió sus ojos y su boca en forma de "o".

Se golpeó mentalmente cuando pensó que se veía bastante adorable y entonces decidió que ya había tenido suficiente. Se levantó, con la excusa de que necesitaba usar el baño y, después de que el mayor le indicara dónde quedaba, salió de la habitación.

Por supuesto que no iría al baño, solo quería investigar la casa, para confirmar si ese ser con carita de ángel realmente era un ángel o era una máscara que ocultaba al verdadero demonio.

Tal vez podría preguntarle de dónde salió la frase "se lo chupó el diablo". Aún no lo sabía, no tenía bien ordenadas sus prioridades.

Sin embargo, no encontró nada que delatara que Yunho era secuaz del maligno, solo cuadros familiares, fotografías de, suponía, Yunho cuando era más pequeño, de su madre, su padre y, aparentemente su hermana. También habían dibujos que parecían ser de niño y otros, que parecían de profesionales.

Bajó a la sala y sintió cómo su alma se le escapaba del cuerpo por un segundo.

Un pequeño cuerpito se encontraba tirado en el sillón. Parecía que estaba profundamente en el país de los sueño.

Esperaba.

Se acercó un poco más y vio que se trataba de una niña de no más de cuatro años, aproximadamente, supuso que era la hermana de Yunho. ¿Cuándo había llegado? ¿Y sus padres?

Se sentó en el piso, mirándola, y le pasó delicadamente algunos cabellos rebeldes detrás de su oreja izquierda.

Tenía los ojos cerrados y la boquita abierta, de donde un hilo de saliva se escapaba. Yeosang rió ante la imágen y fue entonces cuando sintió a alguien sentarse junto a él.

Por inercia giró su cabeza y encontró a Yunho, mirándolo con una sonrisa.

¿No le dolerá la cara de tanto sonreír?

ㅡSe llama Yojeong ㅡle limpió la baba que estaba en su barbilla ㅡ. Creo que se aburrió de jugar con la vecina. Ni siquiera sé por qué va si se llevan mal.

ㅡTal vez tiene buenos juguetes ㅡse encogió de hombros el rubio y giró para volver a observar a la menor, mientras que Yunho soltaba una risita, ocasionando que su hermana se removiera un poco ㅡ. Shh, la vas a despertar. Por cierto, ¿y mi hermano?

ㅡÉl fue al baño ㅡdijo Jeong, resaltando el "sí" y logrando que el menor se sonrojara solo un poco. Oopsie. ㅡ. Ay qué bonito.

ㅡCállate, baboso ㅡlo miró mal, llevando sus manos a sus rojas mejillas, ocultándolas. ¿Quién le dio el derecho a decirle bonito? ¡Solo su madre, y a veces Mingi y Yuchan -cuando querían algo-, podían decirle así!

Yunho volvió a reír.

ㅡLo que tienes de bonito también lo tienes de amargado.

ㅡ¡No soy amargado! Para tu información soy bastante divertido, solo que no te hablo.

ㅡY entonces háblame.

ㅡNo puedo soy mudo.

Y, efectivamente, Yunho volvió a reír bajo la atenta mirada de Yeosang. Ese chico tenía un raro sentido del humor.

Estaba por decir algo más pero la voz de su hermano hizo presencia en la sala.

ㅡ¡Oh, por dios! ¡Ya se llevan bien! ㅡaplaudió Yuchan chillando y recibiendo un "Shh" por parte de los dos ㅡ No me shusheen. En fin, iré a buscar algo para comer en la casa de Sooah, ya vuelvo.

Y dicho eso, se fue. Dejando a su hermano solo con el no secuestrador y su adorable hermanita de sueño pesado.

ㅡVa a tardar mucho, lo conozco desde que éramos fetos ㅡsuspiró, rodando los ojos. Sacó su celular de su bolsillo pero, antes de siquiera prenderlo, el mayor se lo arrebató, dejándolo encima de la mesa que estaba frente a ellos ㅡ. ¡Oye, baboso! ¿Qué mierda haces?

ㅡ¡Hablemos!

ㅡNo quiero.

ㅡYo sí.

ㅡYo no.

ㅡ¿Cuál es tu color favorito?

ㅡ¿Qué te importa? ㅡYunho hizo un puchero, mirándolo con ojitos brillosos. Yeosang gruñó ㅡ El rojo.

El de hebras naranjas como el durazno sonrió satisfecho.

ㅡ¿No me vas a preguntar el mío?

ㅡNo me interesa.

ㅡ¡Yeosang!

ㅡ¡Dios, bien! ¿Cuál es el tuyo?

ㅡEl negro y el azúl. ¿Cuál es tu canción favorita?

Y así siguieron por un tiempo, con Yunho preguntando cosas y obligando a Yeosang a preguntarle a él, y este último contestando y preguntando de mala gana hasta que, después de unos veinte o veinticinco minutos, la pequeña niña abrió sus ojitos, sentándose y viendo a su hermano y al rubio, extrañada.

ㅡHonie oppa, ¿quién es? ㅡpreguntó, con sus cejitas fruncidas.

ㅡEs mi amigo, Yeosang.

ㅡNo somos... ㅡYunho hizo otro puchero ㅡ. Sí, somos amigos.

ㅡOh, bien. Me llamo Yojeong pero puedes decirme Yoyo o cómo quieras. ¿Te gustaría jugar conmigo?

ㅡLa verdad que...ㅡesta vez el mayor lo miró serio y no le quedó de otra que gruñir, rindiéndose ㅡ Sí, Yoyi, por supuesto.

Y entonces la niña sonrió y, saltando del sofá corrió a su habitación, obligando a los otros dos a seguirla: uno divertido y otro replanteandose todas las decisiones de su vida.

Lovely; 『ʏᴜɴꜱᴀɴɢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora