Capitulo I

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Mackenna




Podía estar sumergida en el agua por horas, siempre era igual, su cuerpo entraba en un trance mientras ella se quedaba quieta, nunca cambiaba. Salir a la superficie, era recibir el frio aire chocando contra su cuerpo mojado, para luego salir y caminar sin rumbo alguno.

Parpadea saliendo del trance cuando su hermana menor chasquea los dedos frente a su nariz, devolviéndola a la realidad en la que se había perdido hace un minuto.

—Necesito tu opinión, es el primer día y no quiero errores, ¿crees que atarme un listón con el cabello medio recogido y suelto es mejor? ¿o directamente practico hacerme trenzas?

Poppy sostenía el listón rosa y una colita de cabello frente al rostro de su hermana mayor, la chica se lleva los cereales a la boca mientras mira a su hermana, como si enserio pensar en un peinado fuera lo más importante de todos.

No se.

—¡Mack!—dice ella replicando.—Ayúdame. El primer día de clases es importante, quiero verme bien. 

—Te verás bien con lo que quieras—es lo que responde. Pero su hermana solamente bufo molesta y se fue en busca de otra persona que le pudiera dar una opinion respecto a lo que debía hacer, minutos después, su hermana regresa sonriente y satisfecha con el listón rosa encima de su cabeza.

Su hermana, Poppy, comenzó a hablar demasiado emocionada sobre el regreso a clases. No esperaba a ver a sus amigas, y conocer a los nuevos profesores. Como había subido a un año mas, se sentía ya una adulta, a pesar de que aun le quedaba demasiado. Mackenna la escuchaba mientras masticaba, y a la vez se distraía en su propia cabeza.

Su madre se acerca a ella mientras se aseguraba de tener todo en su bolso.

—Después del colegio no olviden ir directamente a la tienda, ¿si?—dice su madre.

—Oh, mamá, con las chicas habiamos planeado ir a la casa de Fabiana luego de clases—dice ella bastante molesta. 

—Bueno, pero yo quiero saber como les fue en el primer día de clases, mañana puedes ir a lo de Fabiana. Lo mismo para ti, Mack.—La pelirroja atoro una risa mientras bebía de su vaso de yogurt antes de hablar. 

—A diferencia de Poppy, mi lista de amigos se redujo demasiado desde hace tres meses.

—¿Qué hay de Sawyer y Sadie?

—Bien, tienes razón, se redujo a solamente ellos dos—concluyó mientras agarraba su plato y vaso para llevarlos al fregadero y limpiarlos. 

Cada hija le dio un beso en la mejilla a su madre, agarraron sus mochilas y se encaminaron a la escuela. Apenas cruzaron la puerta de la entrada le llego un mensaje, a lo que Mackenna saco el teléfono para leer el mensaje de su padre diciendo que le deseaba un buen día en el colegio. Su padre había comenzado una investigación científica, por lo que lo mantenía lejos de su hogar por largo tiempo, a veces no lo veía por meses. 

Poppy y ella empezaron a caminar, en lo que se redujo a su hermana hablando sin parar sobre diferentes cosas y sobre todo lo que quería hacer. También se puso hablar de que esperaba que no le tocara de nuevo la profesora Ramírez, porque según ella, su aliento apestaba a ajo. 

—Mack—la llama su hermana—¿Estas bien?

—Si, ¿Por qué?—pregunta, su hermana se encoge de hombros.

—Estoy acostumbrada a tu silencio, pero este me deja intranquila, y solo quiero saber que estas bien, ¿quieres que me quede contigo en el recreo?

—No debes preocuparte por mi, tu misma lo dijiste, tengo a Sawyer y Sadie—dice ella acariciando el cabello de su hermana.—Gracias por ofrecerte de todas formas.

Twisted Lies| [Secrets #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora