Capitulo XXVIII

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Mackenna

-Estas algo callada. -dice Swayer a su lado mientras ambos estaban caminando, Mackenna observa los ojos cafés de su amigo antes de dejar soltar una inspiración. En su cabeza rodaba las ultimas palabras con Connel, en su vientre se había instalado un nudo demasiado fuerte que no podía aflojarse.

El clima de aquella tarde estaba fresco, con las nubes grises ocultando el sol, con los cuatro chicos adentrándose al bosque, Sadie caminando delante de ellos pateando las ramas secas, Emma rebuscaba en su mochila algo que pudieran comer, ya que la panza de todos estaba rugiendo.

La pelirroja mira a sus amigos mientras caminaba.

-Connell me dijo que no me ve como amiga, pero a la vez quiere alejarme.

Tanto Sawyer como Emma se voltearon rápidamente para ver a Mackenna, mientras que Sadie seguía caminando, aunque la rubia giro su rostro levemente para dar por sentado que estaba escuchando. Las aves revoloteaban a su alrededor mientras que sus pasos iban acabando con las hojas secas en el suelo.

-¿Y a ti también te gusta mas que un amigo?.-pregunta Emma con una sonrisa seguramente imaginándose en su cabeza toda la historia de amor. Murphy suspira acomodando su cabello.

-No tiene que ver eso, tiene que ver con que no quiere tenerme cerca, agsh lo odio.

Los tres chicos siguieron riéndose mientras Emma hacía preguntas sobre Connell.

Pasaron varios minutos en el que el grupo seguían caminando.

-Creo que nos perdimos.-dice Sawyer.-¿No estamos caminando en círculos?.

-El lugar esta lejos. -hablo Sadie.-Si estuviera cerca todos hubieran encontrado a Murphy la primera vez que se perdió.

-¿Segura donde vamos?.-pregunta Emma mientras se abraza a si misma, Sadie le echa una mirada de reojo antes de caerse y gritar. Los tres chicos la siguen corriendo, pero Murphy reconoció el lugar donde Sadie había caído, era la misma bajada que ella tropezó en la fiesta de Halloween.

Sawyer y Murphy la ayudan a levantarse, los ojos de los cuatro terminan en la desgastada y vieja cabaña. De día, lucía mas abandonada y mas vieja, con las maderas desgastadas, las ventanas sucias. Los cuatro observaron la misma, un escalofrió recorrió la espalda de Murphy mientras caminaban a la entrada de la cabaña.

Las maderas crujieron bajo su peso, el picaporte estaba oxidado y la puerta yacía trabada. Sawyer camina hacia atrás, y luego se impulsa hacia adelante para derribar a la puerta, pero eso solo provoca que se golpee el hombro y grite adolorido mientras se masajea el mismo.

Emma, Murphy y Sadie patean en conjunto logrando que abra la misma.

-Yo ayude.-dice Sawyer masajeándose el brazo. Las tres chicas ruedan los ojos a la vez antes de mirar el interior de la cabaña, la misma era pequeña, oscura y sucia. Se notaba que pasaron años desde la ultima vez que alguien piso esa casa, Emma grita aferrándose a Sawyer cuando un ratón paso por su lado.

Había tela de arañas, el cuarto principal consistía en un viejo y demacrado sillón con basura vieja a su alrededor, en la cocina podía verse cajas vacías de lo que era pizza. Murphy camino por el pequeño pasillo, donde en un cuarto se veía un baño con bañera y demasiada suciedad, el otro cuarto tenía colchones y un viejo televisor.

-¿Qué buscamos, exactamente?.-pregunta Emma detrás de Murphy provocando que la pelirroja se sobresalte.

-No lo se.

-Esto si que es un chiquero.-dice Sawyer alumbrando con la linterna de su celular, Murphy ingresa a la habitación, con el pie corre unas colchas que serían de color verde revelando muchas jeringas. Había unos pantalones de niña y un cinturón de cuerina tirados a su lado.

Twisted Lies| [Secrets #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora