América siempre ha sido una chica muy fuerte y esa es una de las tantas cosas que me gustan de ella. Ha pasado y vivido tanto que se me es imposible no admirarla.
Esa noche fue un poco dura para ella, nunca olvidaré la gran tristeza que la envolvía, era tanta que me hacía recordar a la vieja América que no conocía a Dios. Pero supongo que era normal sentirse así cuando alguien que quieres mucho está en una cama de hospital y los médicos solo dicen que su estado empeora.
Después de orar juntos por un tiempo se derrumbó sobre mi, literalmente yo era quien la sujetaba y lo único que podía hacer era escucharla sollozar mientras acariciaba su suave cabello.
—Basta de llorar—se dijo limpiando el rastro de lágrimas que tenía en sus mejillas—debo ser fuerte por las dos y dejarlo en manos de Dios—comentó y me alegré un poco al saber que su fe aún estaba intacta. Normalmente la mayoría de las personas que se encuentran en su situación solo le reclaman a Dios y dejan de creer o simplemente se apartan. Pero ella no ha dejado de luchar, ni se ha dejado llevar por las emociones negativas. Una oleada de orgullo me invadió cuando llegue a aquella conclusión.
—No te preocupes, puedes con esto y más—murmuré besando su frente.
—¿Y tú qué haces aquí maldita mocosa? ¿No te había dicho que no te quiero volver a ver por aquí?—un hombre mayor se acercó a nosotros gritando como un loco, más tarde me enteré de que era el padre de América—¿Acaso no tienes vergüenza?
—Papá...
—Tú, estúpida niña ¿Qué esperas para salir de este lugar?—volvió a gritar, yo tuve que apretar mis manos y contar hasta diez para no saltarme encima. Odiaba la violencia pero ese hombre realmente se merecía un buen par de puñetazos.
—Escuche señor, usted no es nadie para prohibirle a mi novia en donde puede estar. Así que deje de gritar como un loco y tenga más respeto por las personas que hay en este lugar—el viejo iba responder pero América tomó mi mano y me llevó con ella a la salida.
No lo entendía, América era una chica genial, era educada, amable ¿Por qué se comportaban de aquella manera con ella? ¿Por qué no podían valorar la preciosa estrella que tenían por hija? Pero él no le gritaría nunca más, ahora ella no estaba sola.
ESTÁS LEYENDO
Encontrando mi sonrisa [Sonrisas Parte II] [Cristiana]✅
Short StoryGabriel es un chico esperanzado y sueña con que un día será valiente y se enfrentará a su familia. Entonces recordando las palabras de aquella chica, de aquella que nunca podrá olvidar, se armará de valor y junto a Dios cambiará para encontrar su so...