Encontrando mi sonrisa [Sonrisas Parte II] [Cristiana]✅

Capítulo Quince

Estaba nervioso muy nervioso. América me presentaría a su hermano mayor y yo estaba muy asustado de lo que pudiera suceder.

Después de lo que sucedió aquel día en su departamento nuestra relación mejoró aún más. Ella no estaba del todo recuperada de la pérdida de su hermana pero estaba seguro de que Dios se encontraba curando poco a poco su herida.

—¡Pequeña!—exclamó un chico aproximarse a nosotros y supuse que era su hermano.

—Salvador—dijo América con el mismo entusiasmo del chico. Cuando este llegó se sentó junto a nosotros en la mesa de la cafetería. Él me miró con desconfianza y luego volteo a ver a su hermana, que se aclaró la garganta para hablar—Gabriel este es Salvador, mi hermano mayor. Salvador este es Gabriel, mi novio.

Su novio. No importa cuántas veces lo dijera, aquello soñaba tan irreal en sus labios. Parecía un sueño y me sentía tan afortunado de tenerla que lo único que podía hacer era sonreír embobecido.

—Así que tú eres el famoso Gabriel—dijo observandome de arriba a bajo con los ojos entrecerrados—me alegra conocerte al fin.

—Si, a mi también—hablé por primera vez—América me ha contado mucho de ti—Salvador sonrió de forma sincera.

—Te agradezco todo lo que hiciste por mi hermana en su momento, se que la has apoyado mucho en tiempos dolorosos para ella. Me alegra que a pesar de que no haya podido estar yo, hubiera alguien junto a ella para protegerla—hizo una pausa para ponerse serio—Pero te lo advierto si llora por tu culpa o le rompes su preciso corazoncito, te pateré el trasero—advirtió.

—¡Salvador!—dijo América como regaño y él se limitó a encogerse de hombros.

—Pero él no lo hará porque tiene cara de buen chico ¿verdad?—asentí dándole la razón. Lo último que haría en mi vida sería hacerle daño a América. 

La amaba y sabía que con la ayuda de Dios lo nuestro duraría toda la vida. Ahora que la tenía a mi lado nunca más quería volver a sentir el vacío de su ausencia, porque en mi corazón hay un gran espacio que sólo ella América puede llenar.