Capítulo Dos

231 18 0
                                    

Me giré y ahí estaba ella, de pie, sonriendome, más hermosa que nunca. Su cabello negro estaba más largo y sus preciosos ojos marrones estaban llenos de luz. La expresión de tristeza que siempre estaba en su rostro había sido sustituida por una de felicidad.

—Sabía que eras tú—dijo con alegría y se acercó para abrazarme—me hace muy feliz volver a verte, Gabrielito—susurró en mi oído y yo la estreché fuerte entre mi brazos. La extrañé tanto que me hubiese gustado detener el tiempo y quedarme en ese instante para toda la vida.

—¿Eres real o soy yo alucinando de nuevo?—pregunté haciéndola reir.

—Soy real, Gabrielito, soy real—contestó separándose de mi provocando que mis brazos anelaran abrazarla de nuevo.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás de visita?—no pude esconder mi curiosidad por mucho tiempo.

—En realidad vine por mi hermana, ha estado enferma y aunque mis padres aún me guardan rencor ella y yo nos hemos perdonado. Estoy cuidandola mientras se mejora—me explicó.

—Espero que se mejore—dije con toda sinceridad—estoy seguro de que Dios la ayudará a ponerse bien. Cuando llegue a casa oraré por ella.

—Eso estaría bien, gracias Gabrielito—ella suspiró y se me quedó viendo fijamente como si me estuviera analizando—veo que aún eres cristiano, eso no ha cambiado.

Sonreí—el tiempo pasa y las personas cambian, pero el corazón de Dios no lo hace y tampoco su palabra. En él están mi paz, mi fe y mi esperanza. Es difícil imaginarme un mundo sin él a mi lado.

—Lo sé, desde que le abrí las puertas de mi corazón todo cambió. De repente lo que creí perdido fue encontrado y estoy agradecida por eso—comentó—pero dime algo Gabrielito ¿Ya encontraste tu verdadera sonrisa?

Encontrando mi sonrisa [Sonrisas Parte II] [Cristiana]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora