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- ¡Lo logramos! - muchos exclamaron felices y con muchas lágrimas.
La guerra entre humanos y demonios había dado por fin su culminación. Todos felices pero a la vez tristes por las vidas d familiares, amigos y compañeros que lucharon para salvar la humanidad y el propósito que conllevaba.
- ¡Giyu! - grito (t/n), al igual que el tenia varias heridas en su rostro y cuerpo, pero eso no le impidió acercarse a el y al pelirrojo, que este último pudo librarse de que el rey de los demonios cumpliera su cometido.
- Ahora estamos a salvo - afirmo Tanjiro y los dos mayores asintieron para ayudarlo y llevarlo hacia el grupo de ayuda.
Todos regresaron al lugar en donde una vez fue el hogar donde acogió y entreno a varios cazadores. El líder, que actualmente era el hijo menor de Kagaya llamo a los pilares que quedaban para agradecerles toda su ayuda.
Entre ellos (t/n) solo menciono unas palabras al igual que los demás finalizando dicha reunión.
- Gracias.
- No tienes porque Shinobu - contesto (t/n) al ver a su amiga con la mirada agachada - eres una de mis mejores amigas no hubiera dejado que te pasara algo.
- Aun así, tu pudiste haber perdido tu vida y eso jamás me lo perdonaría.
- Te aseguro que no, mas bien me dio un motivo más para vivir - le sonrió y se despidió.
Fue donde se encontraba el peli borgoña ya había despertado después de días de descanso fue el mas afectado pero fue un alivio al ver que ya se había recuperado junto a el se encontraba su hermanita y la estudiante de Shinobu.
- Veo que ya despertaste ¿te encuentras mejor?
- Mucho... estoy tan feliz - eso se notaba él había vengado al asesino de su familia talvez la pelinegra se sintiera así - ¿estás bien T/n...?
- Si solo estoy un poco cansada. No e dormido muy bien estos días.
- ¿haya algo que te preocupa?
No era algo que le preocupaba sino alguien.
- No nada estoy bien iré a buscar a Giyu sigue mejorándote - se despidió de el con una excusa.
Realmente no iba a buscar a su amigo iba buscar un lugar en donde estuviera sola para poder calmar sus emociones. Durante los anteriores días había estado junto con Giyu y sus demás compañeros cazando a los últimos demonios que aún quedaban con vida.
Muchas se preguntarán porque no mejor convertirlos en humanos eso sería una buena solución evitando así más asesinatos pero la fórmula de Tamayo se había perdido y los antídotos que ella había creado todos fueron utilizados en ese día, en la batalla con el rey demonio.
