Capítulo 3

18 3 0
                                    


Empezamos el día con una agotadora clase de Artes, la profesora nos dio una introducción a esta materia, explicando los principios de pintura. Rose por otro lado, se quedó dormida esta clase, no creo que su novio deje dormir a la pobre.

—¿Vamos al centro comercial? Necesito vestidos para la temporada que se viene y también para la fiesta de Brent. —dice agarrando sus cosas, vamos camino al edificio y para nuestra sorpresa no se encuentra Adrián.

—Si claro, me cambiaré y vamos.

Entre a mi habitación para arreglarme un poco, el día no esta nublado pero tampoco soleado, lo que opté por unos jeans negros rasgados y un Jersey. Me miró al espejo y no puedo mentir, no estoy nada mal.

Dejó caer mi cabello que llega hasta los hombros, un color castaño me inunda mi cara, una piel blanca y mis ojos miel hereditarios de papá.

—Wow nena, ¡estas que ardes!

—Gracias, gracias, no puedo dar autógrafos ni fotos sin mi manager presente. — reímos y nos dirigimos al auto de Rose.

Ya entendí a papá el día que fuimos de compras, Rose se dedica entrar a cada tienda que se le pase por encima. Quiere lucir expectacular para el cumpleaños de Brent.

—¡Hey Julie! —se acerca a mi con un vestido color negro de seda—Debes probarte esto.

—Se ve algo... ¿Ajustado? —hago una mueca, pero ella insiste en colocarme aquel vestido, camino hacia el probador y me lo pruebo con unas sandalias negras y vaya resultado.

—Oh.. Mi.. Dios... —murmura Rose con su boca abierta y viéndome de arriba abajo—. Estas sensacional, Julie. Debemos llevar este si o si.

Compramos en aquella tienda y nos ponemos en camino a comprar comida para llevar, el novio de Rose no estará hoy, ya que, tiene que hacer su tesis y tiene que comprar las cosas para su fiesta de mañana.

Pedimos Pollo con papas fritas y un KFC para nosotras, llegamos al edificio y saludamos a Adrián que está muy odioso hoy.

—¿Qué le habrá pasado al pobre? De seguro Laurence lo regaño —escucho a rose. Mientras cierro la puerta y caminando hacia la cocina.

—Lo castigaron por andar revisando las cámaras de lo baños de chicas —musito riendo.

—Vaya mierda, tienes una mente gigante querida.

—¿Porqué lo dices?

—¿Acaso no sabes que Adrián es gay? —me giro a verla sorprendida, como puede ser que no me haya dado cuenta antes y yo pensando que coquetea a cada vez que me veía—.por tu cara puedo deducir que no. Y eso que has hablado mas con él que yo.

—Vaya mierda. —imitó su tono—. Mejor comamos.

Estuvimos comiendo, hablando y viendo películas, nuestra favorita es "Diario de una pasión" me cuesta mucho decidir, n ose si quiero ser Ryan Gosling para besar a Rachel o ser ella para poder besarlo.

Nos dormimos demasiado tarde, nos toca clase en la mañana y ahora estamos corriendo de un lado para el otro, si no nos apuramos la señorita Judith nos va a matar. Recibimos un castigo por llegar tarde pero nada que no podamos, ahora nos estamos arreglando para ir a la fiesta de Brent.

—Nos vemos divinas. —me guiña el ojo y me pinto mis labios. Rose viste un vestido de seda largo, color verde, tirantes, con una abertura al lado de su pierna.

Después de 15 minutos llegamos a casa de Brent. Bueno, de sus padres, una casa bastante grande, con un jardín trasero espectacular.

—Pensé que habrían más personas —murmuró bajo para que Rose escuche.

—No tenemos bastantes amigos, nuestro círculo social es muy pequeño. Ven, te presentaré a mis amigos.

Nos acercamos hacia un grupo, se encuentran 6 chicas y 8 chicos, se ven muy bien, Rose me contó que de todos ellos, al menos 3 chicos son más unidos y con los que siempre salen a fiestas.

—¿Donde esta el baño? —me muero de ganas de hacer pis, he bebido más jugo que alcohol.

—Esta en el segundo piso a mano derecha, tiene puerta celeste.

Asiento y camino hacia las escaleras. Entró rápido al baño, me espanto al verme al espejo con mi labial corrido.

—Mierda, se suponía que no se borraba con nada —sacó mi labial para colocarme denuevo. —24 horas pff.. Si claro, mis patrañas.

Me acerco al retrete, estaba conteniendo esa bolsa de pipí hace rato y mis ganas de vomitar se aproxima.

—Dios si estas ahí, porfavor haz que no vomite, el vestido me valió caro. —cierro mis ojos con mi cabeza hacia arriba.

—No creo que a "Dios" le guste que reces cuando estas apunto de vomitar por alcohol, eso es... ¿Estúpido?—me paralizó y giro hacia la ducha con las cortinas cerradas, me limpio y levanto rápido.

—¿Q-quién e-eres? —esto es horrible y mis ganas de vomitar quieren salir. —Porfavor, si quieres dinero te digo que no traje mi cartera, pero puedes acompañarme a buscarla.

—¿Pero que mierda? —abre la cortina de golpe.—¿Quién en su sano juicio ofrece eso?

Ojos. Sus ojos son como ver el mismo cielo, ¿Estoy muerta? Claro que no. El chico que está frente a mi es alto, pantalones rasgados, una camisa blanca y su pelo desordenado, con un cigarro en su boca, que lo hace ver demasiado... Excitante...y aquí viene.

—¡Puta madre! —exclama el chico que me ve vomitar como si no hubiera mañana. —Si te vas a morir aquí, no quiero ser el último con quien tuviste contacto.

—Ten por seguro que si muero, serias al último que quisiera ver. —escupí. Me levanto con dirección al lava manos.

—¿Se supone que me tengo que ofender?

—Puedes tomarlo como quieras, no me importa. —enjuago mi boca y suelto. —Es más, ¿Qué haces aún aquí?

—Oh perdona. Estaba tranquilo fumando un puto cigarro y viene alguien hablando de labial y del supuesto Dios. —Acomoda su camisa. —Ah si, sin mencionar que aquella persona estaba apunto de morir.

Todo me da vueltas y veo al chico doble, no sabía que Dios pudiera crear dos cosas tan sexis. En toda la casa está resonando la canción Safe and sound, los gritos y cómo retumban las ventanas, es un dolor de cabeza.

—Te aviso que si vas a vomitar denuevo, sea para allá —pone una mueca y Señala el retrete.

—Mejor me voy. —dicho esto, bajo y busco con la mirada a Rose que esta hablando con Brent. —Rose, no me siento bien.

—Tranquila Julie, Cantemos el feliz cumpleaños a Brent y te iremos a dejar. —se aferra a mi. Yo asiento y viene una chica con el pastel, cuyo nombre no me acuerdo pero sé que es la hermana.

Una vez reunidos, todos cantamos el feliz cumpleaños. Puedo ver a mi amiga contenta de estar con aquel hombre, sus ojos brillan de una forma espectacular y llena de amor, ni hablar de la mirada de Brent, la mira como si fuera lo más preciado para él.

Partieron el pastel, se repartió a todos y Rose viene hacia mí.

—¿Vamos? Ya avise a Brent que nos fuera a dejar. —asiento y nos vamos camino a la salida, ahí nos espera Brent ... Ay no me puedes estar jodiendo.

—¿Qué hace él aquí? —me giro para ver a Rose.

—¿Lo conoces? —me dice mientras vamos acercándonos.

—¿Tú? ¿Es a ella a quien vas a dejar? —el chico mira con una ceja levantada a Brent.

—Eh.. —este se rasca la nuca— Es amiga de Rose, ya lo sab.. sabes que no pueden irse solas. —este le sonríe. —Julie, te presento a... —Brent no continúa hablando puesto que el chico se adelanta a estirarme su mano.

—Soy Alex Wells. —me quedo en silencio y miro a Rose lo cual está con su boca abierta mientras mira a Alex. —¿Tanto vomitaste para no poder hablar, Julie? —esboza una sonrisa mientras usa tono burlon para decir mi nombre.

Dear Julie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora