ALEX
Al salir de casa de mis padres suena mi móvil.
[Llamada entrante: Brent]
—¿Qué pasa?
Escucho un sollozo en la línea.
—¿Por qué lloras? —Pregunté, mientras camino al auto.
—Es Rose
Lo suponía.
—¿No quiere quedarse contigo hoy?
—No es eso. Rose y Julie salieron de fiesta e iban vestidas de una manera muy...
Me detuve abruptamente cuando menciono su nombre. ¿En una fiesta? Pero si es un cachorro en medio de lobos.
—¿Julie? ¿En dónde es la fiesta?
—No conozco el lugar y por eso te llame. —Habló más calmado.
—¿Y como sabes que salieron? ¿No es una mentira para que vuelva?
—Revisa el Instagram de Rose y lo verás.
Corté la llamada y ya dentro del auto comencé a revisar las redes sociales y hay un post de Rose con un mensaje de "Listas para todo" Julie vestía de forma inusual, rápido me voy a sus historias y claro. Ahí estaba ella bebiendo con unos tipos que no saben ni que día es, reconocí la casa y una cara de esos tipos, Francis.
Vuelvo a llamar a Brent para decirle que paso en 5 por la residencia. Conduzco a la velocidad más moderada intentando calmarme. ¿Cómo puede salir de esa forma? Ella sabe que luce bien y lo hace notar. Mi amigo se sube al auto con una cara de pocos amigo y manejo hasta la casa de Francis.
Al llegar, el ambiente no es el más apropiado, la gente inyectándose, fumando y tomando hasta ya no poder más. Nos adentramos a la casa y la busco con mi mirada, Brent hace lo mismo y ahí está. Verla bailando con ese desgraciado hace que mi sangre hierva. Aprieto mis manos e intento respirar para poder acercarme y no armar un escándalo.
Me acero paso a paso, por entremedio de toda la gente. Hizo un movimiento y antes se seguir me atravieso y la quedo mirando. Ella es más pequeña que yo y levanta la cabeza para verme, sus labios pronunciaron algo que no escuche bien.
—No seas aburrido, esta es mía. Consigue la tuya. —Dijo el borracho.
Decidí ignorarlo y verla.
—Vamos.
—¿Hermano no me escuchas? Es mía.
Nuevamente lo ignoro.
—Tengo que buscar a Rose, vino conmigo. —Habló Julie.
—Brent se la debe haber lleva...—No termine mi frase porque el saco de estierco se cruzo nuevamente en mi camino.
—Ya me estoy aburriendo que no me tomes en cuenta. ¿Cómo te digo que ella es mía?
Error.
—Ella —señalé a Julie— No es tuya, tendrías que volver a morir para que la vida te permita decir aquello —me acerque más a él—. Te borras de mi vista y nos dejas tranquilos o no voy a responder.
El tipo me miró de arriba abajo con una mirada retadora, por un momento creí que iba a refutar, pero solo se dignó a pasar un lado mío y empujar mi hombro.
Giré mi vista hacia Julie quien estaba mirándome.
—Vamos.
—No.
—Que vamos.
—Que no.
—¿Te quedarás en este ambiente sola? Rose ya se debe haber ido con Brent.