Capítulo 8

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Alex me lleva arrastrando fuera del piso, nos encontramos en las escaleras.

—¿Qué mierda crees que haces? ¿Tyler? ¿En serio? —me suelta furioso. —¿No podías simplemente ignorarlo?

—Y me quedo sola toda la noche, ¿No? ya que tú no tuviste ni el puto descaro de acercarte a mi. —espeto, furiosa.

—¿Y tú si? ¿Acaso te acercaste a mí? ¿Me saludaste siquiera? —suena cabreado.

—PORQUÉ ESPERABA QUE TÚ LO HICIERAS.

—Pues, no esperes muchas cosas de mi, Julie.

—¿Porqué estamos discutiendo? No somos nada. —hice énfasis en el nada.

Se dio media vuelta dejándome sola en las escaleras.

—¿Me dejaras sola aquí? ¿Te iras otra vez?

Me ignoró y siguió bajando. Lo sigo, no quiero quedarme con Tyler en este lugar. Paso por el vestíbulo y Nick no se encuentra. Claro, si esta todo apagado y solo alumbra la luz de la luna.

—¿Cómo vas abrir eso?

—Con un extintor. —se acerca a este y yo me cruzó.

—Alto ahí. Vas hacer mucho ruido, deberíamos salir por alguna ventana.

—¿Y morir juntos? —se acerca a mi y yo retrocedo—. No somos los malditos Romeo y Julieta para estas cosas.

Mi espalda toca la pared y Alex esta muy cerca de mi, su respiración está rozando mi nariz. Cada vez se va acercando más, al punto de rozar nuestros labios.

Cierro mis ojos disfrutando de aquel momento y Alex se aleja de mí. Coloca sus manos en el extintor sacando este, voy a empujarlo para que no haga una tontera, pero me detengo al momento en el que saca unas llaves.

—Nick siempre la deja aquí para nosotros.

—Entonces me  mentiste. —se encoge de hombro.

Abre la puerta y salgo con él. Vamos cruzando medio campus que solo se alumbra por la luna. Se ve tan solitario.
Llegamos a mi edificio, hago un ademán para entrar, pero la puerta está cerrada.

—Mierda, ¿Cómo voy a entrar ahora?

—Si le avisaras al portero que saldrías, nada de esto estaría pasando.

—Me mataría si sabe que salgo y regreso a estas horas.

—Para tu suerte, Nick me deja las llaves de este edificio.

—Vaya, se nota que siempre llevas chicas entonces.—me giro a verlo y esta con ceño fruncido.

—Yo no llevo chicas a mi piso, no me gusta.

—¿No te gustan las chicas? —pregunto, con asombro. Tal vez y yo me he estado pasando películas sola y Alex sea igual que Adrián, tal vez por eso puso su brazo en mi hombro, para darle celos. Vaya mierda.

—¿Qué? Si, me gustan las chicas. Pero no las llevo a mi piso, puedes respirar tranquila, soy todo tuyo.—dice con su pecho inflado.

Por alguna razón me relajo al oír esa respuesta.

—Que Emoción, tener al gran galán frente a mi. —muevo mis manos. — Pero tengo frío, puedes tú.. —señaló la llave y la puerta.

Este se acerca abrir la puerta y entramos.

—No es necesario que vayas a dejarme a la puerta de mi piso, aquí está bien.

—No puedo dejarte aquí. ¿Te imaginas te secuestran? Me van a culpar a mi, por ser el último en estar contigo.

Dear Julie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora