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♚Capítulo 36 - Mamba negra♚

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Mamba negra

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Amelie

Dos días antes.

Estamos en el hospital del cuartel, todo era una jodida trampa en donde lo único que consiguió fue ganar tiempo.

Un respirador se encuentra sobre mi rostro al haber inhalado tanto humo, Lory está más afectada que yo ya que uno de los explosivos voló una columna logrando que los escombros le hirieran una de sus piernas.

Lograron sacar sano y salvo al presidente con su hija, los explosivos que tenían rodeados a Herman, Brant y los gemelos no eran de gran impacto, lo que quiere decir en otras palabras, era más el ruido que harían al estallar que al explotar. No había manera de saberlo pues a simple vista tenían la apariencia de un explosivo común.

—¿Cómo sigues? —Charles entra con una charola de comida junto con Ritter.

Blaz no está, se fue con Herman hace un rato y no ha vuelto.

—Mejor —trato de quitarme la mascarilla, pero Ritter no me lo permite.

—Suelta eso —le da un manotazo a mi mano.

Ruedo los ojos y toso poniendo mis manos en mi pecho.

—El doctor dice que es mejor que pases la noche aquí.

Asiento.

—De acuerdo —mi voz suena ahogada por la mascarilla—. ¿Cómo está Lory?

—Viva gracias a ti —Lutter entra con una bandeja de chocolates—. La salvaste y te debo mi vida.

Me hace sonreír y tomo sus manos cuando suelta los chocolates en la cama.

—Para eso está el equipo.

—Quiero que seas mi dama de honor.

Suelto a reír ahogándome de inmediato, amo esto de los gemelos, que son espontáneos y simplemente sueltan lo que pasa por sus cabezas sin ningún tipo de filtro.

—¡Oye! —Ritter golpea su brazo—, se supone que seré yo. Yo he guardado este secreto por meses y me he tenido que morder la lengua para no abrir la boca y ponerme de vieja chismosa como me gusta —aclara—. Ese puesto es mío.

Niego con la cabeza divertida con la situación.

—No puedo ser tu dama de honor.

—Que es mi puesto, Aleksandra.

—Que es el puesto de Ritter —le afirmo a Lutter para que le quede claro y Ritter asiente mirando a su hermano.

—¿Ves?

El resto de la tarde se va así, entre bromas mientras dan noticias de Lory.

Gretchen y Sophie hacen su aparición para preguntar por nosotras y se quedan un rato más haciéndome compañía mientras llega la noche.

Sophie se ha querido acercar, lo noto pero no se ha dado el espacio para que lo haga, los medicamentos que me suministran me marean y me insisten en que coma pero no quiero dar un bocado sin saber del paradero de Zhara y Luka.

—¿En donde se incrustó el vidrio? —pregunta Brant.

—Bajo mi hombro, en donde queda el borde del chaleco.

Asiente y se acerca a revisar la herida.

—No fue profunda —pasa sus dedos tocando alrededor—, tampoco necesita puntos, con una pomada estará bien.