43.Él.

974 124 76
                                    

La víspera de Año Nuevo había llegado, junto con la nieve y las calles despiertas más de noche que de día.

Antes, cuando Tord aún vivía solo, ignoraba cualquier festividad porque no le llamaba la atención y no le encontraba gracia, pero eso cambió cuando se mudó, ya que debía seguirle la corriente a sus amigos con respecto a los adornos y regalos. Aunque este año fue distinto, ya que pasó las fiestas más con su novia que con sus roomates.

En navidad, fue con Lizzie a pasear, realizaron compras, cenaron en un hotel que él pudo pagar por la especial ocasión, y luego pasaron la noche en ese lugar. Fue muy agradable la experiencia, aunque el noruego la sintió un poco ajena a sí mismo. Tord se había esforzado mucho en organizar una cita soñada; romántica y memorable, tanto que perdió el punto de disfrutarla como se debía, preocupándose hasta por el más pequeño detalle. Sólo le quedaba esperar que Lizzie no lo hubiera notado.

Ahora tocaba año nuevo, algo de lo que no sabía qué esperar. Primero, por miedo a sus hábitos para dormir. Desde siempre, Tord tuvo dificultades a la hora de dormir. En ocasiones despertaba por la caída que sufría desde su cama, en otras no podía moverse a pesar de estar despierto, y en ocasiones despertaba jadeando y golpeando la almohada por las pesadillas, lo bueno es que tenía un método para que no pasará nada de eso cuando estaba con Lizzie. Y segundo, y peor, eran los fuegos artificiales. Ya no sería un manojo de nervios dormido, sino que también despierto, no sólo causado por el estruendo de la pirotecnia, a veces también con los truenos; llegaban a su cabeza recuerdos tan vívidos de cañones disparando a pocos metros de él, llegando a hacerlo creer que todo lo que había vivido hasta el momento era un simple sueño y aún estaba en el frente.

Es por eso que no sabía cómo iba a soportar estar en una fiesta de año nuevo a la que Lizzie lo invitó y se vio incapaz de rechazar.

Para cuando le tocaba pasar la noche con ella, había ideado una manera de no herirla por sus hábitos al dormir, la cual fue consumir el medicamento que alguna vez se le fue recetado para precisamente eso. Una tableta lo hacía dormir como un tronco hasta el otro día, con el simple efecto de no haber descansado nada. Pero ahora debía estar con Lizzie, hasta las 12, en espera del gran saludo al año y el estruendo que viene con él.

No sabía si podría soportarlo.

- Wow, elegante. - opinó sonriente Matt, con una copa llena de una bebida burbujeante en una de sus manos. Fue lo primero que tomó con la mano, casi como un reflejo, al entrar por la puerta de la casa en la que se celebraba la fiesta.

- Claro. Ahora, apresúrate y come, no encuentras estos canapés en el supermercado. - respondió Edd, acercándose a la mesa de aperitivos para recolectar cualquier comestible que cupiera en sus manos y bolsillos. Para haber vivido tan acomodado, Edd a veces actuaba como alguien que no.

Lizzie se tomó la molestia de invitar a sus amigos a la fiesta. Tom también fue invitado, pero como era su costumbre para esas vísperas, se encerraba en su cuarto y no salía en un día o dos. Le explicaron a Tord que era algo que hacía para lidiar con el TEPT, y que era mejor dejarlo solo. Tord ya sabía eso, obviamente. Él mismo se había esforzado lo suficiente para ocultar su propio estrés en los años anteriores, llegando a fingir malestar o una emergencia de tal forma que a ninguno de sus compañeros de casa les pareciera raro el desaparecer en el momento indicado.

- Ven, vamos a saludar a unos amigos. - Lizzie enganchó su brazo y lo guió hacia un grupo de gente. Y Tord sonrió, sin escuchar realmente lo que le estaban diciendo al saludar.

Fue cómo estar bajo del agua, pendiente únicamente de no comportarse extraño frente a tanta gente, intentando calmarse. No escuchó nada de lo que le decían los amigos de Lizzie, sólo alzó la mano automáticamente hacia los tres tipos mirándolo, sintiendo su barrera debilitarse por el constante bullicio de gente. Se sintió de la misma manera en navidad junto a Lizzie, asintiendo sonriente a lo que ella le decía, sin realmente escucharla claramente.

Minner Foran [TomTord/TordTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora