Capitulo 19: Dilema en la oscura batalla

591 19 35
                                    

Capítulo 19: Dilema en la oscura batalla

(Luka)

Imagen: muestra una idea aproximada de como sería la guerra.

Nos refugiamos en el interior del castillo para recuperarnos de lo que había pasado. No solo para sanar las heridas, sino también para asimilar la muerte de nuestros amigos. Todos nos sentamos en una sala de espera similar a la del castillo de Iskeria solo que más grande, antigua y oscura, pero igual de acogedora. Yo aún seguía llorando no solo por el sacrificio de Alice y de Wilson, sino también por el hecho de que había perdido al Gilbert que tanto amaba. Había perdido a mi hermanito. Todo por mi culpa.

No paraba de darle vueltas al hecho de que si hubiera estado con él el día que fuimos a hablar con Gil, si le hubiera protegido... nada de esto habría pasado. Amelia no se alejó de mí e intentó consolarme sin lograrlo. En estos momentos nada, ni si quiera el hecho de que Jésica, Víncent y yo siguiéramos vivos, lograba animarme aunque fuera un poco. Claire, Sharon y Blanca, que eran amigas íntimas de Alice y de Wilson, eran las que peor lo estaban pasando. Jake y Molly estaban con ellas tratando de consolarlas. Jésica seguía abrazada a Víncent con los ojos cansados de llorar mientras él la abrazaba con la misma mirada triste. Todos llorábamos la perdida. Parecía como si el mundo sonriera menos. Amelia se acercó y me ofreció una taza de té caliente.

-Para el frio, y la tristeza- dijo Amelia ofreciéndome el té caliente. Lo acepté agradecido por el gesto. Ella ofreció también a los demás. Estos aceptaron sin ni siquiera sonreír. Como si en estos momentos tuviéramos una razón para eso. Y la verdad, era algo curioso. Se supone que estábamos en una sangrienta guerra. Y en una guerra ocurrían muertes en ambos bandos. Nosotros habíamos matado sin perder a nadie a muchos demonios. Solo quedaban Jack, y los dos Opast generales. Eso sí descontábamos a Gil y a mi hermana, Mistral. Pero al parecer eso nos ha costado la vida de Alice y de Wilson, al igual que a Gilbert. Sin él éramos un blanco fácil. Además ahora Gilbert era nuestro enemigo.

Dudaba que la barrera de este castillo fuera un obstáculo para él. ¿Realmente el final de esta guerra tiene que ser con nuestra derrota? Gil... ¿Qué habrá sido de él? Él se quedó enfrentando a Gilbert mientras escapábamos. Pero si Gilbert había logrado salir en nuestra persecución, significaba que lo había derrotado, o algo peor. Me aterrorizó la idea de que lo hubiera matado. La verdad no comprendía a que venía esa sensación que tenía con Gil. De alguna manera u otra, le había cogido cariño. Y no estoy hablando de esta era sino de la primera. Aunque hubiera sido un ser cruel, cuando le miraba tenía una sensación similar a la que tenía con Gilbert. No le tenía tanto aprecio como con él, pero de alguna manera sentía que debía protegerlo, y quererlo... cosa que me extrañaba. La verdad empezaba a olvidar todo lo que había hecho, y empezaba a ver a un nuevo Gil totalmente cambiado y arrepentido de sus actos.

Decidí creerle en todo y a empezar de nuevo en cuanto todo esto acabara, si es que acababa. Especialmente después de arriesgar su vida para salvarme. Di un ligero sorbo de mi té. La verdad es que sabía bien y tenía un exquisito aroma. Parecía tener también un efecto calmante y purificador. La verdad es que Amelia preparaba unos tés excelentes. Casi, incluso lograba animarme un poco. Iba a dar otro sorbo cuando de repente sentí una presencia dentro del castillo. Aquello me hizo soltar la taza que derramó el líquido al romperse en trocitos. Todos sintieron lo mismo, y se levantaron alarmados porque dicha presencia parecía acercarse detrás de la puerta de la sala.

Todos sacamos nuestras armas, e incluso Erick apuntó con su pistola también, mientras que Amelia estaba preparada para lanzar un hechizo al ser que se acercaba detrás de la puerta. Era una presencia extremadamente oscura y poderosa. La verdad empezaba a temer que fuera Gilbert. La verdad es que era él. Esa energía era la suya. Además, sería un milagro que la barrera fuera un obstáculo para él. Él llegó hasta las puertas. El picaporte se movió y todos nos preparamos para recibirlo con un ataque sorpresa. Entonces la puerta se abrió. Pero para nuestra sorpresa se abrió lentamente. Alguien se asomó por la puerta tímidamente sin ni siquiera entrar.

Alma Oscura (Crónicas de la Orden. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora