Capitulo 18: Ragnarok

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Capítulo 18: Ragnarok

(Gil)

Las puertas de la sala de entrenamiento se abrieron de par en par. Aterrorizado vi como Gilbert salía de allí completamente bañado en sangre. Este le dirigió una mirada a Jack, y... lo recibió con un abrazo. Será cabrón el tío. No solo ha manipulado su mente para incitarlo a matar a sus amigos, sino que también lo ha manipulado para que encima reciba su afecto. Después de abrazar a Jack se dirigió hacia mí. Avanzo hacia mí, pero yo retrocedí. Él me miró extrañado.

-¿Qué ocurre hermano? ¿No estás feliz de tenerme libre contigo? ¿Acaso no era lo que deseabas?- preguntó con mirada inocente pero que ocultaba una gran locura asesina. Y lo sabía porque esa mirada era mía, y en mis tiempos la utilizaba mucho para engañar a mis adversarios.

-Te daría un abrazo si fueras el Gilbert al que amo- dije alejándome de él. Gilbert seguía acercándose.

-¿Pero no ves que soy tu querido hermano? ¿O es que la sangre te ha salpicado en los ojos y te impide ver la realidad?- dijo Gilbert siniestramente. Aquel comentario me revolvió el estómago. Jamás una escena gore me había provocado nauseas, salvo en esta ocasión. Giré la mirada y casi vomito al ver tantas partes del cuerpo fuera de su sitio. Gilbert los había descuartizado completamente. Giré la cabeza hacia Gilbert y me di cuenta de que ya estaba enfrente de mí. Me asusté y mi espalda chocó contra la pared. Sentía los ojos de Gilbert mirándome fijamente. Ya no eran verdes, ahora solo eran rojos, pero un rojo que brillaba de una forma tan siniestra que me sobrecogió. Sin duda alguna, ese ya no era el Gilbert que conocía. Entonces se acercó más mí, y empezó a susurrarme al oído.

-No te preocupes, después de que mate a todos te liberaré del contrato como te prometí. Y después de que mates a Jack de la forma más dolorosa que se te ocurra, si te interesa tengo sugerencias Jejeje; entonces estaré contigo todo el tiempo que quieras. Juntos asesinaremos a esos malditos ángeles y después, juntos dominaremos los mundos como antaño. ¿No era eso lo que tú querías?- me susurró siniestramente al oído. Si me hubiera hecho esa propuesta hace doscientos años, sin duda la habría aceptado con gusto. Pero ahora era muy distinto. Había cambiado, y sabía que en el fondo de aquel demonio sanguinario estaba mi hermano encadenado. Aunque el ritual del Ragnarok hubiera funcionado, el alma de Gilbert era demasiado poderosa para ser destruida con un simple ritual. Sospechaba que lo único que había hecho es suprimirla en su interior, supongo para que contemplara el espectáculo de ver como él mismo mataba a sus amigos. Decepcionado aparté a Gilbert de mí. No quería ni verlo a la cara. Este se desilusionó por lo que me estuvo siguiendo por todo el castillo hasta que llegó hasta la habitación.

-Vaya, sí que la has decorado a tu gusto- dijo Gilbert al contemplar las ilustraciones de nosotros y los dos dibujos que él me hizo. -Ohh, pero si son los dibujos que te regalé. Aun los conservas- dijo Gilbert con una sonrisa que como ya había dicho, ocultaba su locura asesina. Asentí mirando al suelo evitando mirarle a la cara. Este se me lanzó abrazándome aparentemente feliz. -Ay, te quiero tanto hermanito...- dijo con una voz infantil. Pero entonces abrió mucho los ojos mostrando una expresión de psicópata yandere (herencia de familia, pero que con el ritual se hace más visible) -Los sientes ¿verdad?- preguntó mirando la ventana con una expresión que aterrorizaba. -Nuestros invitados ya están llegando. ¿Por qué no los recibimos como es debido?- dijo Gilbert sacando su espada con una mirada llena de locura asesina. La verdad, estaba aterrorizado. Pero sobretodo temía que Gilbert se quedara así para siempre. Una cosa era controlar el corazón oscuro, y otra un ritual como el que había hecho. Ragnarok significaba el fin del mundo en la mitología nórdica. Aunque los demonios habíamos tomado esa expresión para simbolizar algo terrible y poderoso. De hecho, Ragnarok era la técnica más poderosa que teníamos Gilbert y yo. Una técnica que solo un rey demonio puede utilizar. Una técnica tan poderosa que incluso se la consideraba prohibida (de hecho en las últimas guerras destruía mundos usando esa técnica, pero eso es el pasado). Además, esa palabra no solo servía para destruir.

Alma Oscura (Crónicas de la Orden. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora