Capitulo 15: Sangre sucia

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Capítulo 15: Sangre sucia

(Gilbert)


-¡Gilbert! ¿Pero qué te pasa?- decía Jésica mientras la llevaba prácticamente a rastras por los pasillos. Acaba de sorprenderla en su habitación recién levantada de la cama. Esta me miró sorprendida de que apareciera así tan de repente. Sin dudarlo le había cogido la mano y la llevaba hasta mi habitación. Esta trataba de que le soltara el brazo sin comprender lo que estaba pasando. No tenía tiempo para explicaciones. La vida de mi hermano corría peligro, y la única que podía salvarlo era ella. Entramos en la habitación y la solté por fin.

-¿A eso lo llamas curar? Haz el favor de hacerlo bien de una puta vez. Ahora, ¿Qué cojones le pasa?- no podía disimular mi furia. No sabía con quién estaba enfadado. Si con Jésica, con Jane, o conmigo mismo por no ser capaz de ayudarlo. Jésica se acercó a Luka para examinarlo mientras yo no paraba de dar vueltas a la habitación bastante nervioso.

-¿Pero qué le pasa?- preguntó ella después de examinar el estado de Luka. Me quedé sorprendido por el hecho de que me preguntara eso. La miré sin poder ocultar mi furia.

-Tú sabrás, eres la sanadora. ¡¿NO SE SUPONE QUE AL LLEGAR LE CURASTE POR COMPLETO?!- le grité completamente irritado por la situación.

-A ver, le curé todas las heridas. Pero, lo que no entiendo es lo le pasa ahora. No presenta ninguna herida. Aunque... huele raro.- dijo ella con mirada extrañada. Perdí los nervios con aquella respuesta.

-¡NO ES MOMENTO PARA PREOCUPARSE POR EL OLOR!- grité alterado.

-Me refiero al olor que solo un vampiro puede sentir. El olor de la sangre. Me refiero a que su sangre huele raro. Habría que comprobarlo. Si me dejaras, claro.-Jésica me estaba pidiendo permiso para probar la sangre de Luka.

-Si con eso podemos salvarlo, ¡Hazlo ya!- Jésica me miró con preocupación. No estaba acostumbrada a tratar conmigo cuando perdía los nervios. Ella se giró hacia Luka, le cogió del brazo, y le mordió las venas para probar su sangre. Se apartó asqueada antes de lo que esperaba.

-Puaj. Lo que sospechaba. Su sangre está envenenada. O por lo menos gran parte de ella.- los ojos de Jésica brillaron, estaría viendo un recuerdo. Su expresión cambió después de la visión. -Vale, ya se lo que ha pasado- miré fijamente a Jésica esperando una respuesta. -Al parecer Jane se llenó la boca de su sangre, y luego hizo que Luka se la tragara con un beso- se acercó a Luka y le examinó la boca. -Si, en efecto. Tiene restos de sangre en la boca.-

-¿Quieres decir que la sangre de esa puta lo ha envenenado?- Tsk. ¿Cómo se atreve esa guarra a envenenar a mi querido Luka? Grrrrrr, juro que cuando te encuentre, te mataré, puta. Furioso di un golpe a la pared, que se agrietó por la fuerza que emplee. -¿No hay un antídoto, o algo por el estilo?- pregunté un poco más tranquilo. La expresión de Jésica se ensombreció.

-Gilbert... lo siento. No lo sé- aquello me sentó como agua fría. Furioso volví a agrietar la pared con un nuevo golpe.

-¿CÓMO QUE NO LO SABES? ¿INSINUAS QUE NO PODEMOS HACER NADA POR ÉL? ¿PIENSAS DEJARLO MORIR SIN HACER NADA? Debe de haber algo que podamos hacer. Cualquier cosa. ¡LO QUE SEA!- no me entraba en la cabeza que Luka estaba condenado a morir. Esa frase no existía en mi diccionario.

-Bueno... no sé cómo curarlo. Necesitaríamos algún tipo de antídoto. Pero sí que se me ocurre una forma de frenar el avance del veneno. Pero es demasiado arriesgada-dijo Jésica apartando la mirada. Mis ojos se encendieron al oír eso. Enseguida me acerqué a ella y la cogí de los hombros.

Alma Oscura (Crónicas de la Orden. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora