Capitulo 5: "Es tu culpa"

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Capítulo 5: "Es tu culpa"

(Gilbert)

Un lugar desolado, bañado por la luz del crepusculo. Un lugar vacío. Un lugar de muerte invadido por el olor de la sangre. Unos ojos rojos. Unas alas negras. Una espada ensangrentada. Una gran tormenta... Ese era mi mundo. El mundo donde cada noche aparecía en mis sueños. Caminaba en aquel siniestro lugar. Parecía los restos de lo que antaño fue un campo de batalla durante una sangrienta guerra. Había armas clavadas en el suelo. Escudos destrozados. Restos de armaduras. Cascos de combate. Incluso había cráneos humanos y no tan humanos. El cielo estaba rojo y negro debido al ocaso, además de que los truenos brillaban y sonaban en este siniestro lugar. ¿Dónde cojones estaba? No sabía cómo ni porqué, pero este lugar me resultaba muy familiar. Avancé sin rumbo durante un tiempo, hasta que la sombra de alguien me llamó la atención.

-¿Quién está ahí?- dije girándome. Vi que una figura oscura encapuchada se alejaba corriendo en dirección al horizonte.- ¡Espera!- grité empezando a correr detrás de él.

Durante la persecución, los objetos del paisaje parecían cambiar. Nos acercábamos a una colina y los restos de armas, escudos y cadáveres parecían ser más recientes. Las armas cada vez estaban menos oxidadas, los escudos más completos, las piezas de las armaduras en mejor estado y los cadáveres... bueno... prefiero no describirlos. Al final estábamos subiendo una colina y el misterioso encapuchado desaparecía conforme nos acercábamos más a la cima.

-¡Espera! ¿Quién eres?- dije subiendo la colina. Una vez en la cima, este ya no estaba.

Mire a los alrededores pero no encontré nada, ni tan siquiera su rastro. Me di por vencido y me dispuse a bajar la cima; cuando al girarme me encontré con algo espantoso. No sabía decir cuántos, pero tampoco eran muchos, eran como unos 9 o 10. Estaba aterrorizado. Eran cadáveres, cadáveres recientes, con rostros que me sonaban pero que no llegaba a reconocer en ese momento. Parecía que acabaran de morir puesto que la sangre aún se derramaba en unos cortes que parecía que habían sido infligidos hace unos segundos... por una espada muy afilada. Luego alcé la vista y me di cuenta que otra figura alta, vestida de negro, estaba de pie en medio de aquella masacre. Parecía estar llorando. No llevaba capucha, pero algo me impedía ver su rostro. Este sujetaba un cuerpo sin vida en sus brazos cubierto por una sábana blanca manchada de sangre. Una sábana que el viento retiró dejándome traumatizado por lo que estaba viendo.

El rostro muerto de Claire yacía en los brazos de aquel hombre que lloraba depositando el cuerpo en el suelo junto a los demás. Alcé una mirada llena de ira hacia la persona que parecía haber matado a mi mejor amiga. Me lancé furioso dispuesto a matarlo de la forma más dolorosa posible, pero me detuve al ver su rostro. Era un joven de unos 18 años, de cabellos negros como la oscuridad más profunda, fracciones atractivas, cuerpo definido, ojos carmesí que me miraban con tristeza, derramando lo que parecía ser lágrimas de sangre. No podía creerlo. No podía ser él. Luka... Él jamás sería capaz de matar a nadie sin motivo y mucho menos alguien preciado para mí; entonces ¿Por qué? Le estaba mirando fijamente. Estaba apenado, lloraba con fuerza. ¿Había sido él quien había hecho esto? No... No... NO...LUKA NO ERA ASÍ.

De pronto su rostro se puso pálido y su mirada se dirigió al vacío. Escupió sangre por la boca y se desplomó en el suelo delante de mí. ¿Qué estaba pasando? Entonces vi que una espada negra estaba clavada en su espalda. Esa espada tenía una hoja oscura con extrañas escrituras y un rubí en el centro rodeado de alas negras metálicas que adornaban el mango. Esa espada era idéntica a la mía, e incluso tenía mi nombre marcado en la hoja. No podía reprimir las lágrimas al ver el cuerpo de Luka inerte justo bajo mis pies, al igual que el de Claire y el de todos los demás, que aunque no los recordaba sabía que eran importantes para mí.

Alma Oscura (Crónicas de la Orden. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora