Alma Oscura (Crónicas de la Orden. 1)

Capitulo 11: Venganza

Capítulo 11: Venganza

(Gilbert)

(Imagen: Castillo de Amelia y Erick)

-Tu... ¿cómo es que lo sabes?- estrellé a Jésica furioso contra la pared. Esta estaba asustada pero mantenía una expresión seria desafiándome con la mirada. -Tú no sabes nada. ¿QUIÉN TE LO DIJO? Sé que Luka jamás traicionaría mi confianza. ¿Fue Amelia? ¿Erick? ¿O acaso ha sido "él"? ¡RESPONDE!- empecé a presionarle los hombros contra la pared. Estaba realmente furioso de que ella lo hubiera descubierto todo. Todo lo que me ha dicho, todos mis temores, todo lo que me había esforzado tanto en ocultar, que solo sabían Amelia, Erick, "él", pero sobretodo Luka. Él entendía mis temores, y fue gracias a él que pude sobrevivir a ello. ¿Pero como es que ella lo sabía? Quería saberlo. Mataría a todo aquel que lo rebelara. Quería saber quién se lo había dicho. Nadie debía saberlo. NADIE.

-Lo... descubrí... con tu sangre- mi sangre... claro. Ella podía ver los recuerdos de alguien si probaba su sangre. Y durante la batalla con Cristopher había derramado bastante. - Sé que eres...- inmediatamente le tapé la boca para que no lo dijera en voz alta. Esta calló pero se quitó mi mano de la boca.- ¿Por qué no quieres que lo diga en voz alta?-

-"Ellos" podrían escucharte- e susurré

- ¿Quiénes? Lo que no entiendo es por qué nos lo ocultaste-

-Es algo que no me gusta recordar. Algo que nadie debe saber- dije mientras la agarraba con fuerza contra la pared.

-¿Por qué tanto empeño en ocultarlo? ¿Te aceptaríamos igual?- Estaba claro que no entendía la razón.

-Por él- susurré señalando a Luka -Nadie debe saberlo, porque si "ellos" se enteraran de quien soy, pero sobretodo, que Luka está a mi lado, lo matarían- ella me miró sin comprender.

-¿Que tiene que ver lo que seas tú con él? En vuestro caso... ¿no sería algo bueno?- preguntó ella.

-Porque Luka no debería haber reencarnado en esta era. Ni en ninguna otra. Su alma fue sellada después de la primera guerra por culpa de mi antepasado. "Ellos" no nos permitían estar juntos, porque unidos éramos demasiado poderosos. No sé por qué razón después de tantos siglos ha reencarnado en esta era. Pero lo único que sé, es que si "ellos" descubren su identidad, o la mía, pero sobretodo, si descubren que volvemos a estar unidos como en la primera guerra; "ellos" no durarán en matarlo por ello- ella me miró sin comprender.

-No lo entiendo. Ahora sé quién es "él" ¿Pero quienes son "ellos"?- suspiró. Ahora que sabía eso, debía de contarle toda la verdad. Pero si hablaba, puede que "ellos" lo escucharan y no podía arriesgarme a que me lo arrebataran de nuevo. No otra vez. No tenía elección.

-Ya que no puedo decírtelo en voz alta, te lo mostraré- dije remangándome el brazo.-Adelante ¿Quieres saberlo todo? Pues descúbrelo por ti misma. Pero déjame algo para vivir- Jésica miro mi brazo. Le estaba dando la oportunidad de averiguarlo todo y de probar mi sangre de nuevo. Ella cogió el brazo y sin dudarlo mordió mis venas. Me dolió la mordedura, pero dolía más la absorción. Los ojos de Jésica brillaron con mis recuerdos en mi mente. Me aseguré de que recibiera los necesarios y luego la obligué a soltarme. Después de soltarme me dejé caer sobre la cama. Se había pasado un poco. Ella me miró comprendiendo todo de golpe.

-Así que es por eso. Dios, lo siento. Casi lo digo en voz alta. Tenías razón. Nadie debe saberlo.- asentí viendo que por fin lo entendía -Solo respóndeme a algo. Si es verdad lo que me has mostrado, ¿crees que se les podrá seguir ocultándoselo eternamente?- la miré pensativo.