Familia de tres. SasuNaru y Sakura.

Conociendo mas familia.

La adaptación de Sakura a su nueva familia había sigo impresionante. Luego de lo sucedido con el jarrón, la niña había comenzado a ir a un psicólogo amigo de la familia, Kakashi Hatake que realmente no era psicólogo, sino psicoanalista y trabajaba con Sasuke, pero había hecho una excepción para recibir y tratar a la niña.

El hombre calmo a los padres primerizos de sus miedos, y les explico que era normal lo que le sucedía a su hija, que era cuestión de que se adaptara a su nueva vida con ellos y que no debían preocuparse demás ni presionarla, que ella sola de acomodaría a ellos.

Habían seguido sus consejos y como les había dicho, Sakura no parecía mostrar rastros de miedo para con ellos, ni los había rechazado de ninguna otra forma.

Ese día se cumplía el primer mes desde que estaban juntos, y decidieron entonces que se los contarían a sus familias. No lo habían hecho antes, porque no querían que sean avasallantes y se instalaran en su casa para verla -porque los conocían, y sabían que eso harían-, primero querían ellos vivir un tiempo con la niña. ¿Egoísta de su parte? Quizá un poco, pero no les importaba en lo más mínimo.

Así fue como un viernes, a las 11 de la mañana, llegaron las familias. Los primeros habían sido los padres de Naruto, Tsunade y Jiraiya. Ellos exclamaron en gritos de alegría, mencionando lo hermosa que era su nieta, pero la niña, asustada por el espamento, se escondió detrás de su padre mas cercano, en ese caso Sasuke, porque Naruto había salido a recibir a los llegados.

El morocho le hizo una seña que ella interpreto rápidamente, y le permitió al hombre cargarla en brazos, aun escondiéndose en él, mientras veían como el matrimonio bajaba cajas y bolsas de regalo.

- Tu debes ser Sakura, yo soy tu abuela Tsunade- la rubia de ojos marrones se acerco a la niña, que al estar en los brazos de Sasuke, y este no sentirse cómodo con su cercanía, dio un paso para atrás- ¡Oh vamos! ¡Solo quiero verla de cerca! -

- Eso eso- el hombre de cabello banco y despeinado también se acercó, permitiéndole a niña ver sus ojos oscuros pero llenos de emoción por conocerla.

- Ven con Papi Sakura-chan- le extendió los brazos el rubio y la pelirosa obedeció. - Ellos son mis padres, Tsunade y Jiraiya, querían conocerte desde hace un tempo-

- Si hubiéramos sabido hubiéramos venido antes, pero tus egoístas padres decidieron avisarnos un mes después ¡UN MES! - Gritaba la rubia mientras ahora si se acercaba y veía de cerca a su nieta.

- No sabíamos que te gustaría, así que te hemos traído muchas cosas- el peliblanco interrumpió los gritos de su esposa.

- Por favor, pasen a la casa- les indico Sasuke mientras abría la puerta.

Sakura veía con asombro todas las cosas que habían traído sus recién conocidos abuelos. Aunque no era ropa como ella se imagino -asumiendo que a su papi le gustaba tanto, pensó que había sido un gusto heredado de su familia- sino que eran libros y juguetes didácticos.

Le explicaron que Jiraiya era escritor, y en cuanto supo de su existencia había pedido muestras de todos los libros de todas las editoriales a las que estaba afiliado, consiguiendo así varias cajas de libros infantiles, de colores e incluso algunos clásicos.

- Este me gusta- dijo la niña tomando uno de estos últimos.

- ¿Leíste Alicia en el país de las maravillas? -. Sorprendida pregunto la rubia, debido a que su nieta tenía apenas 6 años y ya podía comprender clásicos.

- Si, no tenia muchas cosas que hacer en el orfanato, así que me descargaba libros. Me gusta leer-

- Entonces tu abuelo te conseguirá muchos libros, podríamos armarte tu propia biblioteca-

La pequeña pelirosa miro en dirección a sus padres, en busca de autorización, y estos al verla tan emocionada accedieron al acto, era raro que Sakura les pidiera algo, ni siquiera lo hacía con la comida, no era quisquillosa ni quejosa, lo que aumentaba sus ganas de querer darle lo que sea que ella mirara o dijera que le gustaba.

Pasaron unos veinte minutos, cuando el timbre sonó y Naruto se ofreció a ir a abrirles la puerta a sus suegros y cuñado, quienes entraron a la casa realmente rápido en busca de la niña, quien nuevamente se escondió detrás de Sasuke por el susto; si bien Sakura se había adaptado bien a vivir con ellos, aun se asustaba con extraños o ruidos desconocidos.

- ¡Pero si es la niña más hermosa que he visto! - la morocha exclamo mientras se acercaba a su hijo.

- Ve mas despacio Oka-san, la asustas- Hizo una pausa y le hablo a la niña. - Bonita, ella es mi madre, se llama Mikoto- le indico tomándola en brazos y señalando a la mujer de ojos negros- Él es mi hermano menor, Itachi- Los ojitos de Sakura se abrieron grandes al ver la versión mas joven y con cabello largo de su papá. - Y él es mi padre, Fugaku-

El ultimo en entrar había sido un hombre alto, de cabello castaño y ojos igual de oscuros que sus hijos. Enfoco su mirada en su nieta y asintió formalmente, después de todo, no dejaba de ser un tradicional, serio y estricto japones.

A pesar de que ese señor estaba serio y no le había dicho nada, era quien cargaba con todos los regalos y se los había entregado. Eso la llevo a pensar que su abuelo Fugaku era muy similar a su padre, friós, pero amorosos, una combinación rara, pero si sabias ver los detalles, muy hermosa.

Esa noche Sakura se durmió pensando en su familia. Un mes atrás era ella sola, sin nadie que la amara o apoyara, pero luego llegaron papá Sasuke y Papi Naruto, y después sus abuelos y su tío Itachi. Paso de estar sola a estarlo rodeada de gente que la quería y se preocupaba por ella, eso la hizo feliz.