Familia de tres. SasuNaru y Sakura.

Los mismos ojitos verdes.

Neji trabajo para Sasuke por 4 años, y si bien nunca lo diría en voz alta, aquel mocoso resulto ser alguien realmente capaz e inteligente. Posteriormente, la joven pareja se había casado, y el Uchiha acepto a su yerno al punto en el que decidieron unir ambas firmas, y convertirlas en Uchiha-Hyūga group.

Hoy era viernes, y como ya era tradición, escucho el auto entrar a la residencia. Naruto, que había estado cocinado hasta hacía unos minutos, rápidamente se saco el delantal y fue a la puerta para recibir a los invitados.

Primero, entro Sakura, que, a sus 30 años, tenía una gran panza de embarazo, según la última ecografía eran gemelos varones. Luego, entro aquel intruso, porque seguía manteniendo el apodo a pesar de que formaba parte de la familia hacia ya 9 años. Y finalmente, entro Sasino Hyūga Uchiha.

Cuando la niña de 4 años entro, corrió directamente a los brazos de su abuelo Sasuke, quien la recibió y alzo, provocando la risa de la menor. Su cabello era igual de rosa que el de su madre, y sus ojitos poseían el mismo tono verde puro; verla, era como ver una copia aun mas pequeña de la niña de sus ojos.

- ¿Te enteraste abuelo? ¡Voy a tener dos hermanitos! -

- Lo se cariño, tu madre me lo contó. ¿Estas contenta? -

- ¡Si! Oto-chan me dijo que podía elegir uno de los nombres, y yo le dije que quería ponerle Ramen, porque a mi me gusta mucho el ramen, como al abuelo Naruto. -

- Me parece una idea estupenda cariño- dijo, mirando burlón al Hyūga mayor, que negaba con la cabeza.

Sakura, abrazada aun a su rubio padre, miraba a su hija en los brazos de Sasuke.

- Uchiha no la alientes- Neji había perdido el miedo que le había tenido a su suegro en algún momento, bueno, solo un poco.

- Tu cállate, ya mi robaste a mi niña, déjame disfrutar a mi nieta. –

Si, quizá Sasuke había perdido a su bonita hija, pero la vida – y su bebita- le habían devuelto otra pequeña copia, igual de inteligente y hermosa, y con los mismos ojitos verdes.