2010. El antes

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2010. El antes

Louis no podía dejar de pensar en Harry. En lo que había pasado debajo de sus sábanas, en la forma en la que había hecho desaparecer el dolor y el calor. No era una novedad que su mente vagara de forma inconsciente a esos rizos y esos ojos y esos labios, pero de pensar en tímidos besos y declaraciones bajo la lluvia, Louis había pasado a recuerdos húmedos y un fuego helador. No podía mirarle sin ponerse rojo. Nunca se había sentido así, tan pequeño, tan poca cosa, y reflexionó si tenía que ver con haberse revelado como omega.

No estaba entre los planes de su padre que Louis fuera un omega. Louis era un chico, y no era afeminado. Tenía carácter de alfa. No temía ensuciarse cuando jugaba, peleaba con otros chicos de su clase e incluso con los que iban a los primeros cursos de instituto y sentía un instinto de protección hacia Harry que sus progenitores y la madre de Harry habían observado curiosos desde la distancia.

Pero Louis le escuchó decir a su madre que le había sorprendido más que Harry fuera alfa que que Louis se hubiera manifestado como omega. Porque, después de todo, Louis era bajito para su edad, con rasgos delicados y una voz aguda. En el fondo de su corazón, según su madre, y ella lo sabía porque era su madre, Louis era sensible. Pero Harry... Harry era omega lo mirase por donde lo mirase. Con esas pestañas, y esa bondad intrínseca que calentaba el corazón de cualquiera, esa tímida risa y la forma en que sus mejillas se tornaban rosas cuando Louis estaba cerca de él. Louis frunció el ceño cuando la escuchó. ¿Se ponían rojas sus mejillas cuando se acercaba a él?

Louis sabía que Harry tendía a ponerse colorado. Pero lo achacaba a su adorabilidad, no a que se pusiera nervioso cuando estaba junto a él. No podía ser que Harry sintiera por Louis lo mismo que Louis sentía por él, ¿no?

Louis pensó en su Harry. En su tierno, bienaventurado Harry. No había ni rastro de aquel pedacito de cielo cuando dejaba que el olor fluyera hacia las fosas nasales de Louis. No lo encontró cuando estaba abrumado por su celo, a punto de desfallecer del dolor y el calor. Solo era... alfa. Y para Harry, él también era solo omega. Y eso le entristeció. Le entristeció tanto que se puso a llorar. Se puso a llorar como nunca lo había hecho, porque cuando Louis se ponía triste normalmente rompía cosas. Se enfadaba. Y en ese momento, ambos sentimientos colapsaron. Louis estaba furioso. No sabía qué hacer con las manos. Decidió destrozar su habitación. En ese momento, entró Harry por la ventana. Y le frenó. Louis odió cómo, al oler sus feromonas, algo en él pareció calmarse al instante.

Harry le sujetó de las muñecas y esperó una explicación, que salió a borbotones de los labios de Louis.

—Quiero que sigamos siendo los mismos de antes. No quiero ser para ti un omega, y no quiero verte como un alfa.

Louis vio que algo se rompía en Harry, pero no dijo nada porque era egoísta. Se dejó abrazar por su mejor amigo y, cuando se separaron, Louis no pudo evitar ver que tenía las mejillas sonrojadas.

atávico ; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora