2019. Él, sí

58 12 0
                                    

2019. Él, sí

Louis jugaba con unas cerezas en sus manos. Harry cortaba el tomate y a Louis le gustaba el sonido del cuchillo al chocar contra la tabla de cortar. También le gustaba escuchar a su madre cocinar.

—¿En qué piensas?

—No le he caído bien a tus amigos.

Harry sonrió mientras metía lo que había cortado en la olla.

—A Mason le caes bien. A Sabine no, pero no tiene nada que ver contigo.

—¿Entonces?

—Tiene que ver conmigo. Ya verás, a todos los demás les caerás genial. Podemos salir este viernes de fiesta y les conoces a todos. Y puedes invitar también a tus amigas.

Louis asintió, distraído.

—¿Por qué tiene que ver contigo? —susurró.

—Porque quiere de mí algo que yo no puedo darle.

Louis le miró. Sabine era una de las omegas más hermosas que había visto en su vida. Su cuerpo era como un reloj de arena, su piel blanca como la leche, su pelo del color de las estrellas y sus ojos azules cristalinos. Tenía unos labios rojos y una voz dulce y tranquilizadora. Se mordió el labio inferior.

—¿Cómo es posible que no se lo puedas dar? —susurró.

Harry sonrió. Louis había encontrado placer en perderse en los ojos verdes de Harry.

—Porque ya se lo he dado a otra persona.

Louis sintió cómo se desvanecía el aire. Harry siempre era tan honesto, sus labios tan libres, tan valiente de decir lo que sentía. Pero no era «te quiero». Era imposible que dijera «te quiero». Harry rio y Louis le imitó.

—No me gusta, Louis —dijo, rebajando la intensidad que había impregnado la habitación segundos antes —. Tú, sí.

atávico ; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora