Kiyomi había pedido que les prepararan un buen desayuno en la mesa del comedor para que pudieran recuperar fuerzas.
Se disponían a bajar las escaleras cuando Jean detuvo a Mikasa por el antebrazo.
Gracias Mikasa, siento que te hayamos causado molestias... - se disculpó.
No ha sido ninguna molestia... - Mikasa sonrió con amabilidad y siguió bajando las escaleras.
La conversación en el desayuno estuvo animada, los chicos parecían estar de buen humor por poder retomar sus actividades normales.
Hemos informado a vuestras familias de cual era vuestras situación - les dijo Kiyomi - Pero les pedimos que no vinieran hasta aquí porqué podía ser peligroso que entraran en contacto con vosotros. Podéis encontraros con ellos la próxima semana. - los dos chicos le agradecieron la consideración a la Señora Azumabito - Armin llegará dentro de un par de días y podremos retomar el trabajo que os trajo aquí - siguió la mujer.
Mikasa pareció algo decepcionada con la idea de que sus amigos volvieran a irse, Jean se dio cuenta de aquello.
Podríamos aprovechar hasta entonces para hacer algo divertido, ¿no? - preguntó Connie animado. Mikasa levantó la mirada del plato.
¿Porqué no venís a ayudarme mañana con los niños de la granja? - preguntó ella - Seguro que les encantarían las historias de esos animales extraños de los que me hablasteis.
Jean y Connie se miraron. No era la idea de "diversión" que Connie tenia en mente, pero ayudar siempre era una buena opción.
Así que al día siguiente acompañaron a Mikasa a la granja. El recibimiento fue mayor que si de una comitiva real se tratara. Mikasa se había ganado buena fama entre los críos, y que trajera a dos de sus amigos era de lo más emocionante que había sucedido últimamente.
¿Vosotros también sois soldado, como Mikasa? - preguntó una de las niñas que habían salido a recibirles.
Bueno ahora mismo no... - dijo Connie - Pero lo fuimos, ¡y éramos de los mejores! - dijo guiñándole un ojo a Jean.
Que altos... Ojalá yo un día también pueda ser así de alto para poder ser soldado - dijo otro de los niños. Jean se agachó un poco para contestarle.
¿Sabes que creo? Que un niño listo como tú debería ser algo todavía mejor que soldado... ¿Te gustan los trenes? - le preguntó Jean poniéndole una mano en la cabeza.
¡Sii!, y los barcos también - el niño le miró con los ojos muy abiertos.
Pues creo que deberías dedicarte a construir trenes y barcos - dijo Jean poniéndose de pié otra vez - Si, eso sería genial. - el niño sonrió alegre con la idea y salió corriendo a contársela a sus amigos.
Mikasa contemplaba a los niños entusiasmados con la presencia de sus amigos. Vio a Jean cargando a cuestas a Ben, un niño de cinco años que cojeaba a causa de una enfermedad que había sufrido de pequeño, y como el niño se reía sin parar, y sintió como las lágrimas le subían a los ojos. Pero pudo contenerlas a tiempo.
Jean se giró para esperar a su amiga y la vio pasarse el dorso de la mano por los ojos, pero hizo ver que no se había dado cuenta.
¡Mikasa! - la llamó, y le hizo un gesto con la mano para que les alcanzara. Mikasa sonrió y se apresuró a alcanzar al grupo.
Pasaron el día entero en la granja. Jean y Connie tuvieron ocasión de reencontrarse con Nicolo, y ponerse al día de lo que había pasado en los últimos años. Los Braus les recibieron con alegría, y les agradecieron el hecho de que en su viaje anterior hubieran tenido tiempo para visitar la tumba de su hija. Lo cierto es que lo habían pasado bien.
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Natsukashii (Jeankasa Storie)
Fiksi PenggemarJeankasa Canon Based ¡¡CONTIENE SPOILERS DEL FINAL DE SHINGEKI NO KYOJIN!! Tras tres años trabando alianzas con el resto de naciones del mundo, Jean y los demás regresan a Paradise para iniciar las negociaciones de paz. Creía que la distancia y el...