Natsukashii (Jeankasa Storie)

La Noche ("Lime")

Nota de la autora:

Si lo prefieres puedes saltarte este capítulo y pasar al siguiente, pues el hilo de la historia no variará.

Si decides quedarte espero que disfrutes del capítulo 😉❤️

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Mientras se enredaban en un beso que casi les dejó sin respiración, Jean atrajo más a Mikasa por la cintura y ella estrechó los brazos alrededor de su cuello. La adrenalina hacia que sus músculos se tensaran y que realmente no fuera muy consciente de como estaba respondiendo su cuerpo. Tras unos minutos, la intensidad del beso fue bajando lentamente, hasta que los dos tomaron aire mientras todavía mantenían los ojos cerrados y los labios muy cerca.

Jean suspiró, consciente de que si seguían así le resultaría difícil mantener la cordura y tener la sensatez suficiente para aclarar las cosas. Mikasa echó la cabeza un poco hacia atrás y le miró. Aquellos grandes ojos grises que le tenían enamorado des de hacía tantos años, le miraban serenos, no había rastro de la duda que había visto en ellos unas horas antes, cuando se besaron en el jardín. Quizás también se debía a la adrenalina... Parecía estar esperando que él dijera algo. 

¿No vas a intentar detenerme? - le preguntó Mikasa todavía con los brazos alrededor de su cuello. 

Debería hacerlo... - afirmó él mirando los labios de la chica, que aun estaban a pocos centímetros de los suyos. Ella acortó de nuevo esa distancia para besarle suavemente.

Me alegro de que no lo hagas... - dijo en un susurro entrecortado entre beso y beso. Jean subió una de sus manos por la espalda de Mikasa y la atrajo más hacia si. Volvieron a besarse con cierta urgencia, como si ese momento pudiera desvanecerse entre sus dedos. La mano de Jean que todavía seguía en la cintura de Mikasa se movió lentamente hasta la parte baja de su espalda, lo que hizo que ella contuviera la respiración. 

P-perdona... - dijo él tomando un poco de distancia y volviendo a subir la mano. 

No... Está bien... - respondió ella atrapando sus labios de nuevo. Mikasa enredó sus dedos entre el pelo de Jean y él volvió a bajar la mano por su espalda, todavía inseguro. Ella le tomó suavemente por el cuello de la camisa mientras se apoyaba contra la pared y Jean descansó una de sus manos contra el muro, reclinándose para seguir besándola. Volvieron a mirarse el uno al otro con los ojos brillantes pero sin atreverse a decir nada que pudiera estropear aquel momento. 

Mikasa bajó la mirada hacia la camisa de Jean y empezó a desabotonarla con cuidado. Él tragó saliva nervioso, mientras contemplaba sus dedos finos. Todavía le costaba creer que aquello estuviera sucediendo. La chica le miró y se detuvo al verle algo desconcertado, pero él volvió a tomarla por la barbilla y la besó con ternura. Ella terminó de desabrochar los últimos botones y colocó una mano sobre su pecho cálido, notando los latidos de su corazón. Jean hizo un gesto para desprenderse de la camisa, dejándola caer al suelo y Mikasa no pudo evitar contemplar su torso. Su propio gesto inconsciente la hizo sonrojarse, y cuando él se dio cuenta ella desvió rápidamente la mirada. A Jean le pareció tierno y se sintió algo aliviado porqué al menos parecía que los dos estaban igual de nerviosos. Le tomó la mano a Mikasa y se la besó antes de volverla a colocar sobre su corazón. Ella se acercó a él y le besó primero en la mejilla, para luego darle un segundo beso en el cuello, justo por debajo de la oreja. Jean contuvo la respiración y tubo que morderse el labio para no responden con un gesto brusco. En lugar de eso deslizó de nuevo las manos por su espalda mientras ella seguía bajando beso a beso por su cuello. 

Mikasa notaba el calor que desprendía la piel de Jean, y ella misma sentía una electricidad desconocida que le recorría la espalda. Volvió a tomar distancia y con un solo gesto retiró la horquilla que le recogía el pelo, dejándolo caer como una cascada sobre sus hombros. Jean tomó uno de los mechones entre sus dedos y lo miró absorto durante unos segundos. Luego volvió a acercarse a los labios de Mikasa.