Una sirena

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Esa noche, las dos chicas habían bajado juntas hacia el campo de quidditch evitando a Filch y su gata.

-Sí tan solo tuviéramos el mapa y la capa de Harry -dijo Hailey.

-Ten cuidado, Hailey -le advirtió Claire -Nos podrían ver.

-Lo sé, oí que Dumbledore le pidió a Hagrid que vigilara el campo.

Pero las dos chicas ya se encontraban frente al campo. Subieron unos peldaños y se pararon en unos escaños al parecer resistentes. En ese instante, una luz que provenía de la cabaña de Hagrid las iluminó y ambas chicas se tiraron al piso para que no las vea.

Hagrid se asomó rastreó el perímetro con su mirada y volvió a apagar las luces al entrar.

Las dos amigas se volvieron a levantar y Hailey empezó a sacar varias cosas de una mochila.

-Hailey -la llamó Claire -tal vez deberíamos ir por cañas de pescar.

-Sssh, no. No quiero sacarlo, lo alimentaré -dijo mientras echaba un pescado crudo al agua. Luego sacó una bolsa con más comida.

-¿Cangrejo? -preguntó Claire.

-Tal vez sea el calamar.

-No lo creo, por más fuerte que fuera la tormenta el calamar no está ahí, además ¿con cabello azul? Y ¿Cola?

-Podrían ser... algas azules -dijo mientras sacaba una bolsa de dulces.

-No era el calamar -dijo Claire con impaciencia.

-¿Quieres? -le ofreció Hailey.

-Tenía cabello -le dijo Claire mientras le pegaba a la bolsa de dulces haciendo caer unos al agua.

-¡Claire! -por accidente dejó caer otros dulces al agua.

-Oye, si vas a ignorar cada cosa que digo...

-No quiero ignorarte...

-Si yo te digo que vi algo...

Ambas empezaron a hablar al mismo tiempo, subieron su tono de voz y cada vez se molestaban más.

-Fuiste demasiado histérica...

-Yo sé lo que viste... -terció una voz de mujer.

Ambas se sobresaltaron y dejaron de discutir al instante. Alguien estaba dentro del campo inundado y comía de los dulces que Claire y Hailey habían tirado.

-...tal vez... -prosiguió la mujer -...una sirena -dijo mientras se alzaba y volvía a hundirse una gran cola de pez.

La mujer empezó a acercárseles nadando, y las dos amigas retrocedían un poco asustadas, la mujer se hundió en el agua y Hailey se acercó un poco, buscándola. De pronto, la cabeza de la mujer salió a la superficie y asustó a ambas chicas. La mujer les sonrió sacó su cola y las miraba directamente.

-Boo -les dijo la chica y las otras dos pegaron tal grito que tuvieron que taparse la boca la una a la otra. La mujer rió.

-Es una... una... -tartamudeaba Claire.

-Ay, sugiero empezar con tranquilidad: Mujer. Pez... sirena -dijo como si explicara a un niño de cuatro años que uno más uno son dos -Mítica criatura marina, mitad mujer, mitad pez, conocida por sentarse en las rocas, verse al espejo y cepillar obsesivamente su hermosa cabellera... -hondeó su rubio cabello con mechas azules -bla, bla, bla -la sirena comenzó a hundirse en el agua y luego volvió a surgir, haciendo gritar nuevamente a las chicas -ya basta de gritar como gaviotas locas -las reprendió -¿Esto es Hogwarts, no? Se supone que deberían pasar esto como normal.

-Lo sentimos -hablo Claire -pero la última vez que vimos sirenas, no eran como tú.

-¿Te refieres a esas que viven en aquel lago? Si, te entiendo, son muy agresivas.

Hailey se acercó más.

-Jamás me he acercado tanto a un humano.

-Sí, debe ser raro para ti.

-¿Quieres tocarla? -le preguntó la sirena al ver que Hailey estaba observando su cola.

-Sí... -respondió esta tímida.

Ella metió su mano y tocó la cola de la sirena.

-¡Ay! Esta babosa.

-¡Gracias!

La sirena volvió a sumergirse cambió de lugar, y al salir, tomó los pies de Claire sin previo aviso.

-¡Ah! ¡No me comas! -gritó ella.

-Pero que ideas... Sólo quiero ver tus pies -le contestó la sirena mientras forcejaba con los pies de la chica. - ¿y sujetan cosas?

-No, pero... ¡Te puedo patear si no me sueltas!

La sirena la dejó y ella se sentó en un escaño un poco alto. Hubo un pequeño momento de silencio, luego la sirena advirtió que uno de los dulces se iba flotando y con un movimiento de la mano, creó una pequeña ola que lo trajo hacia ella.

-¿Cómo hiciste eso? -preguntó Claire.

-Ah, no es nada, deberían ver a mi padre, hace olas enormes. Las de anoche por ejemplo.

-¿Él provocó esas olas? -preguntó Hailey.

-Si... está molesto con migo porque me fui de casa hace tres días, se supone que debo casarme con una caballo de mar, que es tan profundo como una piscina...

-¡Hey! -Interrumpió un grito -¿Quién anda ahí?

-Es Hagrid -dijo Claire -vámonos.

-Que no te vea -le advirtió Hailey a la sirena -volveremos mañana.

Mi amiga la sirena (Harry Potter) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora