-Vale... Vale- le murmuro su rubia amiga que la miraba deambular de lado a lado del escritorio con sus ojos verdes clavados en ella, mientras el caos sucedía a su alrededor. Valentina ni siquiera se inmuto, seguía con una diatraba de palabrerías un poco más alto de lo normal que Lucia no alcanzaba a unir entre unos y otros-Vale, necesito que te calmes y me expliques que demonios te está pasando.- Dijo Lucia elevando la voz e inclinándose en el escritorio.
Valentina se paró de golpe miro a Lucia con unos penetrantes ojos azules más oscuro de lo normal, tenía las mejillas rojas como manzanas recién cortadas, el ceño fruncido, una esquina de su labio superior le estaba tirando de lado. El cabello castaño claro estaba revuelto. Con una mano se pasó la mano por el cabello mientras tomaba un poco de aire y se tomaba el ceño con los ojos cerrados. Tenía que calmarse.
Tomo otra respiración muy profunda, mientras le daba la espalda a Lucia, del otro lado de su escritorio de cristal. El ventanal de su oficina abarcaba todo lo alto y ancho de la pared, dejaba entrar una magnifica iluminación natural, estaba perfectamente situada en el piso 45 de la Torre Mayor de CDMX y tenía una espectacular vista de Paseo de la Reforma, era sábado, ni si quiera tendría que haber venido a trabaja hoy menos a estas horas de la tarde, maldita sea. Se arremango un poco más la camisa blanca de lino que llevaba puesta, una manía que tenía que hacer siempre que sentía que las cosas se le estaban escapando de las manos, ahora bastante arrugada. Movió su zapatilla de tacón negra pie impaciente en el piso al momento que se cruzaba de brazos mordiéndose el interior del labio inferior, mientras sus profundos ojos azules se posaban en el tapete de jacarandas que adornaban Reforma a principios de primavera. Ese punto en particular de su oficina, era su parte favorita de ir a trabajar, podía pasarse horas observando los tonos morados, y como los rayos del sol del día le brindaban una tonalidad específica durante cada hora del día, bufo y bajo la mirada dándose la vuelta en un solo pie para enfrentar a Lucia.
-María termino conmigo- le soltó a su amiga, rápido como quitar una bandita.
- ¿¡Que ella que?!.- Ahora fue el turno de su amiga de perder los estribos.
- Lucia, no por favor murmuro- Valentina tomándose de nuevo el ceño mientras escuchaba una letanía que no estaba muy segura de estar entendiendo. No esperaba menos de ella, Lucía y ella habían sido mejores amigas desde que Valentina había tenido uso de razón. Era muy pequeña cuando los Borges la habían adoptado a ella y a sus hermanos luego de la muerte de sus padres.
Desde entonces habían sido inseparables, habían estudiado juntas desde la primaria y solo la universidad las había separado momentáneamente ya que ella había elegido estudiar administración de empresas y Lucia se había inclinado por la Publicidad, cosa que resulto bastante favorable ya que hacía poco más de 5 años montaron su propia agencia de viajes y ambas eran un complemento ideal para haberla hecho crecer. Le gustaba recordar que habían empezado en cuarto de servicio de la casa de los Borges en Satélite vendiéndoles los 4 primeros paquetes a sus padres y ahora estaban en el edificio más alto de una de las ciudades más grandes del mundo.
Definitivamente todo había sido gracias a los Borges, al amor y la confianza que siempre le habían dado a ella y a sus hermanos.
-.¡Vale es que no lo puedo creer! Bueno, quizá si lo pueda creer un poquito.- murmuro Lucia mientras se sentaba en el asiento frente al escritorio de la oficina.
Valentina suspiro tomando asiento frente a ella y girando impacientemente el asiento giratorio quedando de perfil a su amiga.
-. No estábamos bien Lu, pero creía que aun podíamos hacer algo para arreglarlo.- dijo Valentina cerrando los ojos y trayendo a su mente la llamada que había tenido apenas hace 20 minutos.- Pero no esperaba que me terminara por teléfono!
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Intransferible
FanfictionBasada un poco en la película del mismo nombre Valentina Carvajal sinónimo de autocontrol profesional y personal, un muro de contención en todos los aspectos de su vida. Un cambio de planes de ultimo minuto y una noche de borrachera, será el preámbu...