Break On Through

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La luz de media mañana comenzó a entrar por el ventanal de la habitación, haciendo que Valentina se removiera entre las sabanas, se estaba rehusando mucho a abrir los ojos hasta que un lejano recuerdo la golpeo con furia.

"Juls necesito que me beses"

Se levantó de golpe buscando a la pelinegra en la cama, Valentina sintió una descarga eléctrica en su cabeza por el dolor que le provoco la resaca. Miro a su alrededor y observo a la chica durmiendo arremolinada en el sofá de la habitación, se puso de pie y se paró junto a ella, le observo con el cabello revuelto y su brazo sobre su frente, los labios entre abiertos de la morena, labios rojos y delicados, el subir y bajar de su pecho con una tranquilidad absoluta. Tenía muchísimas ganas de acariciar su cabello, su rostro, era casi como un impulso que no sabía de donde provenía. El recuerdo de lo que le había pedido a la morena la noche anterior le hizo eco en la memoria de nuevo, ¿porque lo había hecho? y ¿porque no se arrepentía de haberlo hecho?

-. Te agrada lo que ves morrita?.- una voz ronca y somnolienta salió de la morena que se retiró el brazo del rostro para encontrarse con Valentina parada al pie del sofá.

-. Nada que sea demasiado extraordinario.- vaya que si mintió Valentina sin dejar de mirarle y viendo como una sonrisa se le formaba a Juliana en la boca.-. Miró al reloj que estaba encima del buro.-. Mierda.- Valentina corrió hacia su maleta.-. Juls, es tarde!

Juliana observo cada movimiento acelerado de la castaña frente a ella con el único pensamiento en mente de la frase que le había dicho antes de dormirse "Juls, necesito que me beses"

Y como carajos se moría por hacerlo.

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-. ¿Cuantos kilómetros más tenemos que seguir derecho Juls?-. Preguntaba Valentina manejando un poco más rápido de normal. Habían salido a las carreras del hotel, rentado un Seat Toledo color negro para llegar hasta el próximo destino

-. Ahmm puedo entender más de 4 idiomas Val, pero hace 2 km que deje de entender tus indicaciones.- dijo Juliana dándole un par de vueltas a las hojas que la castaña le había entregado al inicio del viaje, se estaban volviendo confusas conforme avanzaban.

Juliana iba en el asiento del copiloto con un leve dolor de cabeza se había puesto un par de pantalones cómodos una playera tipo polo y su chamarra de cuero, Por su lado Valentina opto por un vestido amarillo estaba particularmente calmada desde que habían dejado el hotel por la mañana, aunque debía confesar que se veía muy hermosa cuando estaba enojada.

- ¿Estás loca? Todo está muy claro, si escribí que viajamos a la derecha 400 metros, entonces viajamos por la derecha 400 metros.- Dijo la castaña con la vista fija en el camino mientras veía como Juliana baja el vidrio de su ventana.

El camino tenía una vista maravillosa, había dos carriles y del lado derecho, una vista panorámica al estrecho de Canakkale con unas aguas tan azules y brillantes que a Juliana le recordó mucho a los ojos de la chica que estaba conduciendo furiosa junto a ella. Valentina aceleró en un movimiento brusco lo que provoco que gracias a la corriente de aire que se generó dentro del vehículo, arrancara las hojas con las instrucciones que Juliana tenía en la mano, la cual miro como los papeles volaban por la ventana y regreso su mirada asustada hacia Valentina, que al parecer no se había percatado de lo ocurrido. Hasta que llegaron a una bifurcación.

-. Ahora a donde.- dijo la castaña deteniendo el auto y volteando a ver a la chica junto a ella, la cual estaba particularmente callada.

-. Derecho.- dijo Juliana recostando su cabeza en su mano derecha.

IntransferibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora