Conocerte

1.5K 238 23
                                    


-. Ladies welcome to Italy.- su capitán había anunciado y ambas habían salido del interior del yate para poder ver donde se encontraban. Habían demorado un poco más de lo que Valentina había planeado, pero Juliana comenzaba a pensar que le estaba dejando de importar tanto el que sus planes no se estuviesen ajustando en tiempo y forma precisos. Estaba valiendo cada instante y no solo por el espectáculo que era estar llegando a Roma por mar y observar toda la Riviera italiana.

Desde la noche en que se habían besado por primera vez no lo habían repetido, estaban en una especie como de trance entre la realidad y el delirio que eso les estaba causando. No se habían apartado, al contrario, se distrajeron la mayor parte del tiempo pasando el tiempo juntas, Juliana estaba enseñándole italiano a Valentina y la había retado a que ella fuera la intérprete en cuando llegaran. Valentina por su parte había pasado las dos noches que estuvieron en la embarcación, enseñándole a Juliana las constelaciones en el manto nocturno del mar egeo. Se habían abrazado recostadas en la proa del yate, pero eso había sido todo.

-. Estoy demasiado agotada.- dijo Juliana mientras se recostaba en el colchón de la cama del hotel, después de pasar poco más de dos días en alta mar.

-. Lo se.- Valentina también estaba exhausta se sentó en el borde de la cama y se dejó caer en el colchón al lado de la morena.-. Pero no nos vamos a quedar aquí, ya perdimos solo nos quedan dos días en Italia antes de volver a viajar, así, que quieres hacer?.- pregunto Valentina con los ojos cerrados.

Juliana abrió los ojos ante la pregunta y se puso de medio lado para mirarla con mucha sorpresa

-. Valentina Leonor Carvajal Figueroa, me estas preguntando que que quiero hacer, a mi.- Pregunto Juliana con un tono de diversión en su voz

-. Aja.- dijo la castaña abriendo sus ojos azules para ver a la mujer junto a ella, aunque estos la traicionaron deteniéndose más tiempo del debido en sus labios.

-. ¿Quién eres tú y que has hecho con la psicótica de los organigramas?.- pregunto muy divertida Juliana

-. Se quedó en Turquía, en vista de que nada le salió como lo había planeado.- La castaña rio mientras le daba un empujón a la chica que se comenzaba a reír frente a ella.-. Y bien dime, ¿qué te gustaría hacer?-. Pregunto de nuevo la chica

-. Vamos a arreglarnos y vemos que se nos ocurre. Pero en la noche te invito a cenar.- dijo Juliana con una gran sonrisa en su rostro

-. De acuerdo, solo tengo un lugar obligado al que necesito ir.- dijo la chica poniéndose de pie y buscando su ropa en la maleta.-. Por lo demás, todo puede ser tan improvisado como se te antoje.

-. Lo voy a tomar en cuenta morrita.- murmuro juliana viendo cómo se perdía la chica dentro del cuarto de baño de la habitación.

----------

Juliana recordaba el momento exacto en el que había decidido que estudiaría algo relacionado con la historia, recordaba tener 4 o 5 años y estar jugando con sus legos en la sala de su casa, y recordaba ver en la televisión algún programa que quizá el chino o Lupe estaban mirando, recordaba haber visto el coliseo Romano y haberle preguntado a su madre sobre el. Lupe le dio toda la información que tenía sobre el en ese momento omitiendo la parte donde era básicamente un lugar donde se asesinaban hombres unos a otros para la diversión de las masas, por obvias razones. Pero lo que más le llamo la atención, fue la magnificencia e algo tan enorme aun siguiera en pie.

Valentina caminaba a su lado por las vías romanas llenas de turistas, aunque no se habían vuelto a besar desde la primera noche en el yate, no habían dejado de tomarse de la mano como acto de reflejo automático, y era algo que a la castaña le reconfortaba lo bien que se sentía, se sentía correcto y así anduvieron gran parte de la mañana primero recorriendo el Coliseo, visitando Partenón Romano, la Piazza Novoa, el Foro Romano.

IntransferibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora