Capitulo 2 (Segunda Parte)

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-Quizá podamos pedir un aplazamiento del alquiler. 

________ Singleton se llevó las manos a las sienes y miró el programa que aparecía en la pantalla del ordenador, sabedora de que la sugerencia no supondría ninguna diferencia. Las columnas de números pasaban borrosas ante sus ojos y volvió a sorprenderse soñando despierta con su encuentro de la semana anterior con Justin. 

Estaba igual de guapo e interesante, pero diferente, más sofisticado y mundano. Cuando lo vio parado al lado de su coche, su pulso se aceleró y no supo qué decir. 

Abrumada y exasperada por su reacción, escapó lo más deprisa que pudo. Ahora era una mujer y no la chica feúcha que estaba loca por él. 

Pero Justin no se lo ponía fácil. La había llamado tres veces desde su encuentro y ella había puesto una excusa tras otra. Se sentía tentada, pero sabía que no podía confiar en sí misma cuando estaba con él, que podía hacer que se enamorara de nuevo sólo con una sonrisa. 

-_______. 

Levantó la cabeza y puso las manos en la mesa. 

-¿Qué? Estoy escuchando. Las cifras no encajan, ya lo veo. No ganamos lo suficiente para mantener la oficina. 

Miranda Harper movió la cabeza. 

-De acuerdo, ¿qué te pasa? Llevas toda la mañana distraída. Se que tienes muchas presiones aquí, pero siempre te concentras más. Dime qué te ocurre. 

Miranda era amiga suya desde la universidad y socia suya de negocios, pero ya había tenido que oír hablar bastante de Justin para que ________ volviera a incluirlo ahora en sus conversaciones. 

-No es nada -murmuró. 

-Dímelo. 

-No te gustará -le advirtió ________ 

-Eres mi mejor amiga, se supone que tienes que contármelo todo. Es parte del trato. Hablamos de cosas muy personales. 

-Si te lo digo, me tienes que prometer que no le vas a dar muchas vueltas ni intentar analizarlo una y otra vez. 

-Prometido. 

-La semana pasada vi a Justin Bieber. 

Miranda la miró con incredulidad. 

-¡Oh, no! ¡Otra vez no! Hace casi dos años que no mencionabas su nombre. No puedes volver a hablar de él. Ese hombre te ha estropeado para todos los demás. 

-¿Por qué? 

-Porque en los seis últimos años no has conocido a ninguno al que no hayas comparado con él. Cualquiera diría que era una especie de dios, y sólo es un imbécil que no supo valorarte cuando te tenía cerca. 

-Estaba en la acera de enfrente, salía de su coche y me lo encontré así de repente. 

Miranda se tapó los oídos con las manos. 

-No pienso escucharte. No te oigo. 

________ le quitó las manos de las orejas. 

-De acuerdo, no hablaré más de él, volvamos al trabajo -respiró hondo. Estamos en noviembre. Aunque consigamos diez contratos nuevos para la primavera, no nos pagarán antes de abril. Cuando decidimos poner este negocio aquí, conocíamos los riesgos. Sabíamos que los jardines no crecen en invierno. 

-¿Y qué te dijo? -preguntó Miranda 

-Creo que la única alternativa es diversificarse. Haremos decoraciones navideñas. Colocaremos luces exteriores y adornaremos árboles. Podemos llamar a la competencia a ver si les sobra trabajo, tal vez nos subcontraten. 

-¿Sigue siendo tan guapo? -Miranda se giró en la silla-. Antes estaba como un tren y lo sabía. Supongo que es mucho esperar que haya engordado treinta kilos y se le haya llenado la cara de granos. 

-Recortamos gastos todo lo posible - continuó _______-. Dejamos la oficina y trasladamos el teléfono. Tendremos que conservar el garaje para guardar el equipo y llamamos a todos los clientes presentes y futuros para ofrecer nuestros servicios como decoradoras navideñas. Y luego buscamos un sitio que nos haga un descuento en luces de decoración. 

Suspiró hondo. 

-Pero no creó que pueda ponerme al día con el alquiler. Debo dos meses y tengo menos de cien dólares en mi cuenta. 

-¿Podemos hablar de Justin, por favor? -suplicó Miranda. 

________ la miró de hito en hito.

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