Capitulo 2 (Tercera Parte)

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-Has dicho que no querías que te hablara de él. 

-Está bien, admito que tengo curiosidad. 

________ no necesitaba que la empujaran mucho para hablar del tema. Llevaba seis días pensando en él y sentía que iba a explotar si no podía poner sus pensamientos en palabras. 

-Estaba diferente -dijo-. Guapo y sexy. Y respetable. Llevaba un traje que le hacía los hombros muy anchos, y el pelo más corto. Pero parecía tan seguro de sí mismo y tan encantador como siempre. 

-¿Qué te dijo? 

-No lo recuerdo. En cuanto me tocó, me... me puse nerviosa. Me invitó a tomar un café, luego a cenar y después a comer. Y yo le dije que no y me marché antes de que empezara a babear. 

-Lo rechazaste. 

-Sí. Y no sólo entonces. Esta semana me ha llamado tres veces para invitarme a salir. Pero soy fuerte; he decidido que salir con él sería un gran error. y estoy dispuesta a no volverlo a ver. Fue un encuentro casual y ya ha pasado. 

-¿Y todavía hace que te suden las manos y se te acelere el corazón? -musitó Miranda. 

-No -repuso ________-. Bueno, un poco. Pero ya no soy la chica tonta que llenaba sus diarios con fantasías sobre él y no podía dormir pensando en él. Ya no -mintió-. Además, tengo un novio. 

-¿Te refieres a David? 

-Sí. El mes pasado tuvimos dos citas. Me llevó al teatro y la segunda vez al cine y a cenar. Es guapo, amable y educado. Un hombre en el que puedo confiar. Un hombre que no me partirá el corazón. 

David Gomez era un arquitecto que las había contratado para diseñar un jardín para una casa que construía él. Después de eso habían trabajado juntos en otros seis proyectos y ________ se había hecho amiga suya. Aunque él parecía conformarse con alguna cita ocasional, ella tenía la esperanza de que su relación avanzara a un nivel más íntimo que un beso de despedida en la mejilla. 

-Yo sigo pensando que es gay -declaró Miranda 

-No lo es. Sólo viste bien y es muy educado. No todos los hombres que se cuidan son gays. 

-¿No te acuerdas de qué fue lo que los unió? Su amor por Celine Dion y Audrey Hepburn. 

-Tenemos intereses comunes. Es tierno, sensible y comprensivo. Y no como Justin, que jamás vería dos películas seguidas de Audrey Hepburn. 

-Y volvemos a Justin -murmuró Miranda. 

-Si tuviera que elegir entre los dos, elegiría a David sin dudarlo -le aseguró _______. 

Sonó la campana de la puerta y las dos se volvieron a ver entrar a un mensajero. 

-Seguro que este hombre nos trae trabajo -murmuró Miranda-. O a lo mejor un sobre lleno de dinero. 

-¿Es usted ______ Singleton? -preguntó el mensajero. 

Miranda señaló a su amiga. 

-Es ella. 

-Tengo que entregarle esto personalmente y cerciorarme de que lo lea. 

_______ tomó el sobre. 

-Personal y confidencial -leyó. 

-¿De quién es? 

-No hay remite -rompió el sobre y sacó una fotocopia de un documento escrito a mano. En cuanto empezó a leerlo, reconoció la letra. Miró su firma al pie de la página-. ¡Oh, santo cielo! 

-¿Qué es? -preguntó Miranda. 

________ le tendió el contrato y leyó la carta que lo acompañaba. 

-En el tema del contrato entre Justin Bieber y _______ Singleton, debemos discutir el cumplimiento de los términos lo antes posible. He fijado una reunión en mi despacho para mañana a las 10:00 de la mañana. Sinceramente, Justin Bieber, abogado en ejercicio. 

-¿Vamos a hacer su jardín? Vaya, _______, estoy impresionada. ¿Has conseguido sacarle un contrato y evitarlo al mismo tiempo? 

-Lee el contrato. Esto no tiene nada que ver con jardines, sino con... matrimonio. 

Miranda abrió mucho los ojos. Leyó el contrato y miró estupefacta a su amiga. 

-Era una broma -dijo ésta-. Él estaba triste y yo vulnerable y sugirió que, si seguíamos solos cuando cumpliera los treinta... 

-¿Tiene algún mensaje de vuelta? - preguntó el mensajero. 

-No -repuso _______-. Espere, sí -se acercó al joven y le puso el índice en el pecho-. Dígale a Justin Bieber que no pienso casarme con él ni salir con él. Y que si cree que soy la misma chica ansiosa de amor y tonta que lo besó aquella... -se mordió el labio inferior-. No importa. Se lo diré personalmente. 

El mensajero asintió y salió del despacho. 

-¿Cuándo besaste a Justin Bieber? 

-El 14 de febrero de 2006, hace seis años. Él estaba borracho y yo estaba loca -le quitó el contrato a Miranda-. Esto no puede ser legal, está escrito a mano y ni siquiera parece mi firma. 

-¿Es tu firma? 

-Sí. 

-Entonces creo que puede ser legal.- _______ se ruborizó y sintió un nudo en el estómago. 

-Creo que tendré que buscar un abogado. 

-O eso o casarte con Justin -contestó Miranda

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