Una historia jamás contada del cáliz de fuego

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Salimos unas horas después y volvimos a la madriguera en traslador. Ya no vimos a Cedric y a su padre. Cuando llegamos, la señora Weasley salió con el periódico en la mano, pero en cuanto vio a su esposo, lo dejo caer al suelo.

-Arthur cariño -Lo abrazó- Me alegra que estén todos bien, cuando leí el periódico, me asusté demasiado.

-Fue una locura, pero estamos todos bien -Le dijo el señor Weasley a su esposa- Bill recoge el periódico, quiero leerlo.

Bill recogió el periódico y todos entramos después del señor Weasley. La mesa estaba repleta de libros de diferentes grados y de diferentes tamaños.

-Fui al callejón Diagon y les compré sus útiles escolares, excepto a Lerry porque no me dejo dinero -Me miró y después a los gemelos -Me asusté demasiado al pensar que los regañé antes de que se fueran -Los abrazó.

-Mamá, nos estás asfixiando -dijo George y Molly los soltó y me miró

-No se preocupe señora Weasley, mis libros llegan directamente al colegio -sonreí.

-Al parecer Rita Skeeter no ha escrito nada extravagante -Dijo el señor Weasley mientras dejaba el periódico en la mesa.

Rita Skeeter era la reportera del diario el profeta, quien según mi abuelo siempre suele exagerar o cambiar las historias a como son.

-Vamos arriba -nos dijo Harry- Tengo algo que decirles -Los cuatro subimos al cuarto de Ron y él cerró la puerta.

- ¿Qué sucede? -Pregunté y él nos miró

-Cuando estaba en la casa de los Dursley, me dolió la cicatriz como en el mundial de quidditch, no sé porque pasó eso, pero le escribí a Sirius.

-Creo que hiciste bien Harry, Sirius sabrá que hacer -Dijo Ron y nosotras asentimos.

-Aun así, no está de más investigar -Dijo Hermione y empezó a leer un libro.

- ¿Qué tal si jugamos quidditch, Harry? -Sugirió Ron- Seriamos tres contra tres

-Creo que Harry debería descansar -Dijo Hermione sin apartar los ojos del libro

-No, quiero jugar quidditch, es el último día de vacaciones, lo mejor es pensar en otra cosa.

Salí junto con Harry y Ron a verlos jugar, no tenía otra cosa que hacer así que sería bueno disfrutar de un buen partido. Eran Harry y los gemelos contra Ron, Bill y Charlie, fue un juego bastante interesante.

-Se puso bastante bueno -sonrió Harry – Y ganó el mejor equipo.

-Nosotros -dijeron los gemelos y chocaron las manos con Harry.

Cenamos entre risas, era la última noche antes de separarnos y volver al colegio así que disfrutamos.

-Ludo Bagman estuvo a punto de revelar el asunto secreto en la copa de quidditch -Dijo Percy dándose aires de grandeza.

-Al menos ya no lo escucharemos -Nos susurró Ron- Se pasó desde el inicio de las vacaciones intentando que le preguntemos del dichoso asunto secreto.

Después de la cena, subimos a las habitaciones. Al día siguiente teníamos que ir a la estación King Cross a tomar el expreso de Hogwarts.

- ¿Cuál creen que es el asunto secreto? -Preguntó Ginny

-Supongo que nos enteraremos mañana en el gran banquete -Le dije.

Al día siguiente nos despertamos y el señor Weasley hablaba con la cabeza del señor Diggory que estaba en la chimenea. Harry se sorprendió y Bill le explicó que podían hacer eso con los polvos flu.