Una historia jamás contada del cáliz de fuego

11

Hermione me miraba como si esperará que me atreviera a negarlo para que ella me dijera que le estaba mintiendo

-Herms ¿Cómo lo sabes?

- ¿Qué cómo lo sé? Pues es que es bastante obvio, no puedo creer que no me lo dijeras.

-Pues pasó de la nada, yo no me lo esperaba tampoco.

-Entonces ¿Cuándo me lo ibas a decir? Que te gusta Cedric -La miré aún más sorprendida. Ella piensa que me gusta Cedric Diggory

- ¿Cedric? -Entonces ella no tenía ni idea de quien era en realidad - ¿Crees que me gusta Cedric?

-Vamos Lerry, no me mientas, no soy tonta, los he visto como se lanzan miraditas y también como se sonríen cada que se encuentran.

-Sabes que, tienes razón, no puedo engañarte, ahora dime que pasa con Krum

-Bueno, a veces me visita en la biblioteca y hablamos, pero esa es una de las razones del torneo, la cooperación mágica y la amistad.

Tres días después del incidente con la poción envejecedora, los gemelos Weasley salieron de la enfermería y casi todos los estudiantes se burlaban al recordar lo que les había pasado.

-Desde un principio les advertí que no iban a poder burlar al cáliz, pero no me hicieron el menor caso -Les dije.

-Claro, búrlate, no importa todos lo hacen -Dijo Fred.

-De todos modos ¿por qué nos ayudaste? -Me preguntó George

-Porque no quería que les pasara algo más grave de lo que les pasó, esas pociones pueden causar la muerte si se hacen mal.

-Sé que mamá no estaba para nada feliz -Dijo Ron

-Para nada. La profesora McGonagall le escribió una carta diciéndole que habíamos tratado de romper las reglas y por eso habíamos terminado en la enfermería -Suspiro Fred.

-Dijo que si le llegaba otro reporte de desobediencia nos colgaría de las orejas hasta el amanecer en las próximas vacaciones -Aseguró George -No iré a casa en las próximas vacaciones.

-Realmente queríamos ese premio, teníamos grandes planes para el dinero -Dijo Fred y George asintió entristecido.

Después del desayuno, fuimos a la clase de astronomía, en está ocasión no había sido de noche ya que estaríamos estudiando al sol y sus efectos en la magia. La profesora Sinistra era una gran apasionada y por eso sus clases eran increíbles. Aunque el área en el que se desarrollaba la clase no era mi lugar favorito porque me daban miedo las alturas.

-La clase estuvo increíble ¿no lo creen? -Dijo Hermione emocionada y yo asentí.

-A mí lo que me alegra es que no haya sido una clase nocturna -Dijo Ron.

Los días que pasaron las clases fueron más pesadas y con muchas tareas pues con la llegada del torneo de los tres magos no tendríamos demasiadas clases. Ron se volvía loco con tantos trabajos al igual que Harry y yo les ayudaba con algunos porque Hermione no daba su brazo a torcer y no les dejaba copiar sus tareas, además ella seguía con lo de la P.E.D.D.O.

-Maldigo al torneo de los tres magos -Gritó Ron -Jamás habíamos tenido tanta tarea.

-Técnicamente es tu culpa -Le dije -No debiste dejar todo a la ultima hora, si hubieras empezado desde antes, estarías terminando a tiempo.

-Las tareas del profesor Snape son las más pesadas -Exclamó Harry

-Ya dejen de quejarse, tienen que terminar todo hoy, acuérdense que en la cena dirán a los alumnos escogidos para el torneo.