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—No Está!! Joder donde podrá estar!!
Gritaba un desesperado Hyunjin desordenando todo a su paso y comenzando a tirarse los cabellos con desesperación.
—Ey! que son esos gritos hyunie? intento dormir! —pregunto tallando sus ojitos algo soñoliento.
—Sabes que es lo que pasa Jeongin?! Es que no encuentro mi camiseta de la suerte por ninguna parte y la necesito urgentemente ahora!!
—Saldrás a algún lado? y.. a éstas horas? — pregunto viendo el reloj, este indicaba las 02:47 am.
—No innie, no seas bobito claro que no, es solo que mañana tengo un juego importante con el equipo, sabes a lo que me refiero cierto? —mirándolo con algo de desespero.
Y.. Jeongin solo podía verlo con ojos entre cerrados, algo molesto por todo el alboroto causado solo por aquella camiseta, él solo esperaba con tantas ansías poder dormir después de un gran episodio de insomnio.
—Hyunjinnie.. amor.. tienes otras camisetas de repuesto, porque no solo utilizas alguna de esas eh? —decía tratando de relajarse, aunque por dentro contenía las ganas de lanzarse hacia el chico rubio y golpearle por interrumpir su lindo sueño.
El pequeño Yang sabía que su novio era un rey del drama de primera y se había acostumbrado a ello con el tiempo pero.. había veces que el pequeño innie detrás de esas sonrisas cálidas y lindas palabritas que le brindaba a su novio también habían grandes ganas de zarandearlo.
—Pero yo quiero esa camiseta! La necesito para ganar! —respondió dando un pisotón de manera infantil.
—Hyunjinnie a veces hay que entender que no siempre podrás tener lo que quieres con berrinches, pareces un niño —regañó soltando una risita, cruzando sus brazos.
—Pero soy tu niño —respondió tomando las manitas de su pequeño novio poniéndolas en sus mejillas.
—Sip mi pequeño y lindo hyunie —dijo acariciando sus largos y suaves cabellos.
Se fundieron en un abrazo cálido y lindo donde el rubio restregaba su rostro en la curvatura del cuello del más pequeño, mientras que el castañito acariciando su espalda y repartía besos en su cabello del contrario.
Todo bien hasta que..
—Innie ¿Sabes donde esta mi camiseta? —murmuró de manera audible mirando al contrario con ojitos esperanzados.
—Una vieja blanca de rayas negras en las mangas, con el número uno detrás?
—Si, esa misma! —exclamó levantándose a velocidad de la luz, mirándo a su chico ansioso con una gran sonrisa.
Su pequeño novio le dijo que esperará ahí un momento mientras el se dirigía al baño del apartamento, donde el rubio desde la sala lo miraba extrañando.
